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Nueve productos que no deberías echar por el fregadero, incluida la leche
Grasas, aceites y ciertos restos líquidos pueden ocasionar bloqueos graves en las tuberías y generar problemas costosos en el sistema de saneamiento

Un gesto tan cotidiano como vaciar un vaso en el fregadero puede tener consecuencias que pasan desapercibidas hasta que el desagüe deja de tragar. Las empresas de aguas llevan años alertando de que muchos productos que parecen inofensivos son, en realidad, responsables de bloqueos masivos. Entre ellos, uno tan común como la leche.
La acumulación de grasas y residuos forma verdaderas montañas bajo las calles que requieren semanas de trabajo para ser retiradas. Evitarlo empieza en casa y con hábitos muy sencillos. Estos son los productos que nunca deberían acabar en el fregadero.
1. Leche y bebidas lácteas
La leche contiene grasas que, al enfriarse, solidifican y se adhieren a las paredes de las tuberías. Este proceso es similar al que provocan los aceites de cocina y favorece la formación de atascos. Los expertos recomiendan verterla en un recipiente no reciclable y desecharla en la basura.
Esto también se aplica a bebidas como el chocolate caliente, el té con leche o el café con leche. Si está en mal estado, otra alternativa es utilizarla como fertilizante natural mezclándola con agua para evitar olores.
2. Aceites de cocina
El aceite sea de oliva, girasol, canola, vegetal o colza jamás debe ir por el desagüe. Con el frío, se espesa y se convierte en una masa que atrapa otros restos. Lo adecuado es dejarlo enfriar y tirarlo en un recipiente cerrado o llevarlo a puntos específicos de recogida si se trata de grandes cantidades.

3. Jugos y restos de carne
Estas grasas líquidas parecen inofensivas al estar calientes, pero al enfriarse se solidifican rápidamente. Tirarlas por el fregadero favorece la creación de bloqueos en viviendas y redes locales. La recomendación es la misma: dejar enfriar y desechar en la basura.
4. Salsas espesas
Las salsas, especialmente las que contienen mantequilla, nata o harina, también pueden generar obstrucciones. La consistencia densa de estos líquidos hace que se adhieran a las tuberías y atrapen restos de comida.

5. Sopas cremosas
Las sopas con base de lácteos o grasas siguen el mismo patrón, se solidifican y forman capas grasas en el interior de la red de saneamiento. Lo ideal es desechar los restos en el cubo de basura antes de lavar los recipientes.
6. Yogur
Aunque parezca ligero, el yogur también contiene grasa y sólidos que pueden acumularse con el tiempo. Los expertos de Thames Water advierten que es mejor tirarlo al contenedor orgánico o general.
7. Posos de café
Los posos de café no se disuelven y actúan como sedimento, acumulándose en las tuberías. Pueden aprovecharse como abono en el jardín o desecharse en contenedores específicos disponibles en muchos supermercados.

8. Restos de comida
Trozos de alimentos, aunque sean mínimos, contribuyen a crear tapones en los desagües domésticos. Para evitarlo, basta con raspar los platos antes de lavarlos y utilizar un colador o cestillo que retenga sólidos.
9. Toallitas húmedas (aunque no se viertan por el fregadero)
Aunque el problema principal ocurre en el inodoro, las toallitas húmedas son uno de los componentes más frecuentes de los grandes bloqueos en alcantarillas, al mezclarse con aceite y grasa. Forman masas compactas tan resistentes que pueden tardar semanas en retirarse.
¿Por qué es tan importante evitar estos productos?
El impacto va más allá de un simple atasco casero. Las redes de saneamiento se enfrentan a gigantescos “fatbergs”, masas de grasa, aceite y residuos que pueden alcanzar cientos de toneladas. Su retirada exige maquinaria pesada, equipos especializados y semanas de trabajo.
Además, cuando las tuberías locales se bloquean, las aguas residuales pueden desbordarse hacia calles, ríos o incluso viviendas.
Cómo prevenir atascos en casa
Lo esencial es seguir siempre las recomendaciones de las empresas de aguas y de los servicios municipales.
- Raspar restos de comida antes de lavar.
- Usar un colador de rejilla en el fregadero.
- Enfriar aceites y grasas para tirarlos en la basura.
- Depositar posos de café y restos densos en contenedores adecuados.
La prevención empieza por pequeños hábitos diarios. Cambiarlos evita reparaciones costosas y contribuye a mantener el sistema de saneamiento en buen estado para todos.
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