Reino Unido

Unos padres se gastan los ahorros de la universidad de su hija en una guerra vecinal por una papelera

Una disputa inmobiliaria en Goring-on-Thames termina con una factura judicial de más de 145.000 euros y una familia arruinada

Reciclar en verano
Papeleras selectivas en una playa de ValenciaJulie GibbonsStock

Kevin y Elizabeth Harrison-Ellis se vieron obligados a utilizar los ahorros universitarios de su hija para afrontar una costosa batalla legal relacionada con un pequeño cobertizo de madera instalado en su propiedad en Goring-on-Thames, Oxfordshire, Reino Unido. Lo que comenzó como una modificación doméstica terminó en un conflicto vecinal que les costó más de 145.000 euros.

La disputa fue provocada por una reclamación de sus vecinos, Stuart y Anita Hunt, quienes objetaron la ampliación de la vivienda conocida como Hillside, alegando que violaba antiguas cláusulas restrictivas que limitaban la construcción a una sola planta. Los Harrison-Ellis intentaron establecer diálogo, incluso enviando una carta a través de una agencia inmobiliaria, pero no obtuvieron respuesta.

La tensión escaló cuando los Harrison-Ellis instalaron un cobertizo para contenedores, lo que llevó a los Hunt a presentar una demanda judicial en enero de 2023. Alegaban que la obra alteraba el carácter del entorno, reducía el valor de su propiedad y afectaba su privacidad.

El Upper Tribunal (Lands Chamber) del Reino Unido concluyó que los Hunt reaccionaron de forma desproporcionada, permitiendo que la ampliación se mantuviera, aunque se impuso una compensación de 29.000 euros a su favor. Los jueces señalaron que revertir la obra sería excesivamente costoso y destructivo, y destacaron la falta de diligencia de los objetores como un factor atenuante.

Kevin Harrison-Ellis expresó su arrepentimiento, asegurando que jamás volvería a comprar una propiedad con cláusulas restrictivas tan complejas. La familia agotó los fondos destinados a la educación universitaria de su hija, enfrentando una situación económica profundamente afectada.

La vivienda, adquirida por 860.000 euros en marzo de 2020, fue modificada ese mismo año. Los gastos legales superaron los 116.000 euros, consumiendo por completo los recursos familiares.

Este caso revela la complejidad de las disputas vecinales y las consecuencias legales que pueden derivarse de modificaciones inmobiliarias aparentemente menores. También subraya la importancia de una comunicación previa y consensuada para evitar conflictos que pueden terminar en ruina.