Operación

El Papa mejora, pero se le ha desaconsejado celebrar públicamente el ángelus

Los médicos del hospital Gemelli de Roma le han aconsejado que no realice esfuerzos

El Papa Francisco mejora tras su operación el pasado miércoles por una hernia abdominal, pero se le ha desaconsejado hacer esfuerzos y por tanto celebrar públicamente el rezo del ángelus mañana, ha afirmado este sábado el médico que le operó en el hospital Gemelli de Roma, Sergio Alfieri. "En los últimos días se han suspendido todo tratamiento por vía venosa y se alimenta con una dieta semilíquida. Está apirético (sin fiebre) y hemodinámicamente estable. Sus análisis de sangre y la radiografía de tórax postoperatoria son buenos", ha explicado Alfieri en una rueda de prensa en el hospital Gemelli.

Sin embargo, ante la necesidad de permitir que la malla implantada para la reparación de los músculos del abdomen cicatricen de forma óptima, los médicos le han aconsejado que no realice esfuerzos y no aparezca en público para celebrar el ángelus desde el hospital, como ya hizo en su anterior hospitalización en julio de 2021 tras la operación del colon, recoge Efe. "Por consejo del cuerpo médico y del asistente personal sanitario, y como se deduce de los tiempos normales de recuperación postoperatoria en operaciones de este tipo, mañana el Papa rezará en privado el rezo del Ángelus, uniéndose espiritualmente, con afecto y gratitud, a los fieles que querrán acompañarlo, dondequiera que estén", ha cinformado el Vaticano en un comunicado.

De este modo, Alfieri ha avisado de que si no se deja correr el justo tiempo de cicatrización tras la operación quirúrgica de la hernia abdominal, se corre el riesgo de tener que "volver a llevarlo al quirófano": "Si, por el contrario, se observa una convalecencia cuidadosa, no tendrá ninguna molestia".

Sobre cuantos días tendrá que estar ingresado Francisco, Alfieri ha comunicado que al menos durante toda la próxima semana. "Es una decisión tomada por prudencia para facilitar la recuperación, pero todo procede bien", ha asegurado. "Para asegurarnos de que vuelve a Santa Marta (su residencia) en las mejores condiciones, nos gustaría que quedase ingresado durante una semana. La recuperación total es de tres meses para todo el mundo. Es muy importante que vuelva al trabajo físicamente fuerte. Pero nosotros podemos sugerírselo, porque es él quien decide. Le dimos una sugerencia médica para el domingo, y él decidió", ha explicado.

Aunque el responsable de cirugía del hospital Gemelli, ha asegurado que si el Papa tiene 86 años, "tiene la cabeza como un hombre de 60 años", cuando decidió operarse al día siguiente de la TAC lo hizo porque tenía previsto que en agosto iría de viaje, ha explicado el doctor.

En julio de 2021 el Papa Francisco se sometió a una operación de colon por un problema de diverticulitis y el domingo que estaba hospitalizado rezó el ángelus desde la ventana de la habitación del Gemelli. Sin embargo, según el médico lo hizo "después de siete días y no tuvo que reposar la pared abdominal" como sí tiene que hacerlo esta vez.

El cirujano que operó por segunda vez en el Policlínico Gemelli al Papa explicó que el origen del "laparocele encarcelado", la hernia intestinal de las adherencias que estaban causando a Francisco dolores y molestias cada vez mayores, se formó en correspondencia con cicatrices de cirugías anteriores en años pasados. El Papa fue operado en Argentina de una peritonitis, una colecistitis gangrenosa en la que "ya había un laparocele", detalló Alfieri.

El Pontífice se ha sometido hasta la fecha a cuatro intervenciones quirúrgicas: dos cuando era sacerdote en Argentina (1957 y 1980) y dos como Papa, en el Hospital Gemelli: la de extirpación de un tramo de intestino con divertículos en julio de 2021 y la del pasado miércoles 7 de junio. De las palabras del cirujano se desprende que el laparocele, una hernia que se forma sobre una cicatriz de una operación anterior y que al agrandarse puede quedar "encarcelada" o "estrangulada" causando diversas complicaciones, no estaba relacionado con la operación que se realizó hace dos años en otra zona del intestino, sino con las cirugías anteriores realizadas en Argentina.

La primera de ellas fue la que extirpó el 'quiste de equinococo' en el pulmón del joven Jorge Mario Bergoglio. En el reciente libro 'La salutedei Papi' (Piemmeedizioni), el médico y periodista Nelson Castro entrevistó a Francisco sobre su historial médico previo. De hecho, el Papa recuerda en el libro el episodio ocurrido cuando tenía 21 años. En aquella ocasión, se le identificaron tres quistes en total en el lóbulo superior del pulmón derecho.

También había un derrame pleural que le causaba dolor y dificultades respiratorias. Tras meses de tratamiento para eliminar el derrame, el médico decidió operar para extirpar un trozo de pulmón.

El Papa lo explica en el libro: "La cicatriz de la incisión quirúrgica que me hicieron iba desde la base hasta la parte superior del hemitórax derecho. La operación fue sangrienta. Me dijeron que me habían operado con un retractor... y que había que hacer mucha fuerza. Así que cuando me recuperé de la anestesia tenía un dolor intenso. El postoperatorio también fue doloroso. Tenía un drenaje conectado a una cánula de presión negativa, de modo que al abrirlo se generaba un efecto de succión. Esto me producía mucho dolor, al igual que los lavados con ampollas de suero fisiológico que el cirujano me hacía cada mañana durante las curas. Estos fueron los aspectos más difíciles. Mi madre y mi padre estaban muy angustiados y ansiosos. Cada vez que mi madre venía al hospital, me abrazaba y rompía a llorar".

El Papa también fue operado en 1980, cuando tenía más de 40 años, en la vesícula biliar. Según el doctor Alfieri, esta segunda operación le provocó una hernia abdominal por la que fue operado el miércoles para liberar las cicatrices internas.