
Selectividad
Polémica con los exámenes de Selectividad: en algunas comunidades puede ser más fácil que en otras
La polémica sigue abierta, y el debate sobre una EBAU única parece lejos de resolverse, aunque el clamor por una mayor equidad educativa continúa creciendo

Un año más, la Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU), conocida popularmente como Selectividad, vuelve a estar en el centro de la polémica. El motivo: las diferencias significativas entre los modelos de examen que se aplican en cada comunidad autónoma. Aunque todos los estudiantes se presentan a la misma prueba oficial para acceder a la universidad, la realidad es que cada territorio establece su propio diseño de exámenes, lo que puede implicar distintos niveles de dificultad, estructuras y enfoques.
Modelos distintos en cada Comunidad
Este sistema descentralizado ha generado malestar entre estudiantes, familias y parte del profesorado, que consideran que no se garantiza la igualdad de condiciones para todos los aspirantes. La diferencia entre unas pruebas y otras puede suponer una ventaja o desventaja según la comunidad en la que se estudie, especialmente en carreras con alta demanda, donde una décima en la nota final puede marcar la diferencia en el acceso.
Aunque la existencia de diferentes modelos de examen responde a las competencias educativas transferidas a las comunidades autónomas, cada vez son más las voces que reclaman una prueba única, igual para todos los estudiantes de España. Argumentan que, si el acceso a la universidad es común, el examen también debería serlo, evitando así desigualdades entre estudiantes que compiten por las mismas plazas en el sistema universitario.
En los últimos años, esta demanda ha ido ganando fuerza, especialmente entre plataformas estudiantiles y asociaciones educativas. También ha llegado al ámbito político, donde algunos partidos y representantes institucionales han planteado la necesidad de estudiar una posible unificación de la prueba para garantizar una mayor equidad.
Sin embargo, también existen posturas contrarias, que defienden la autonomía educativa de las comunidades y la adaptación del examen a los currículos regionales. Esto complica el consenso sobre una posible reforma del modelo actual.
Mientras tanto, miles de estudiantes se enfrentan estos días a la Selectividad con la sensación de que, más allá de su preparación y esfuerzo, el lugar en el que se examinan puede influir significativamente en sus posibilidades de acceso a la universidad. La polémica sigue abierta, y el debate sobre una EBAU única parece lejos de resolverse, aunque el clamor por una mayor equidad educativa continúa creciendo.
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