
Salud
La Policía desmantela un quirófano clandestino en Carabanchel
Las víctimas firmaban un contrato en el que se comprometían a no denunciar a la clínica si algo iba mal
Llevarían unos seis años funcionando y sus clientas eran, sobre todo, muchas latinas sin permiso de residencia con miedo a denunciar en caso de que algo fuera mal. Se trata de una clínica estética llamadas «Glamour» situada en Carabanchel (Madrid) y que ha sido desmantelada por la Policía Nacional. No hacían solo infiltraciones de ácido hialurónico o bótox. Se atrevían con operaciones y cirugías complicadas como aumentos de pecho, liposucciones y hasta ligaduras de trompas sin tener la titulación exigida ni las condiciones higiénicas necesarias. Lo explicó esta mañana en rueda de prensa el responsable de la operación, el inspector jefe de la sección de Consumo, Medio Ambiente y Dopaje de la Policía Nacional, Juan José Castro, quien aseguró que en muchos años de trabajo no había visto «nada igual». «Las condiciones eran deplorables», confesó, y aseguró que tuvieron que adelantar las detenciones porque corría grave riesgo la salud de las personas. Y es que las responsables de la clínica tenían, por ejemplo, guardados en el congelador los viales para las intervenciones en una caja al lado de comida como helados o pollo.
La gran afluencia de personas dado sus bajos precios también obligó a los agentes a actuar con rapidez. Han sido detenidas cuatro mujeres, dos doctoras pero solo una colegiada como médico general (habilitada para recetar analgesias etc) pero ninguna titulada en medicina estética. A la clínica «Glamour» se entraba por un local pero daba acceso a una vivienda y era en una de las habitaciones donde se practicaban estas intervenciones más complejas. A pesar de todo, ayer seguían ejerciendo en el negocio.
La Policía tuvo conocimiento de que una de las víctimas tuvo que acudir al hospital por una grave infección tras una de estas intervenciones y, como «recompensa», la ofrecieron volverse a operar. La mujer accedió y se volvió a infectar. Por eso los agentes no descartan que se hayan producido situaciones más graves y que las víctimas tengan miedo a denunciar por infracción de la Ley de Extranjería. Para ello, han habilitado un teléfono (628711298) con la garantía de su protección de datos. También animan a denunciar otras clínicas que operen de forma similar en cualquier parte de España. Y es que estos centros se valen del silencio para seguir funcionando de forma impune. En el caso de la clínica «Glamour» les ofrecían también la opción del reembolso del dinero si no quedaban satisfechas, pero tenían que firmar un contrato por el que se comprometían a no denunciar. Así han logrado funcionar con mucho éxito en Madrid durante seis años. Durante las vigilancias, los investigadores se dieron cuenta de que los clientes entraban por una puerta y abandonaban el lugar por el portal contiguo.
El pasado día 6 de febrero se realizó una inspección en el establecimiento donde encontraron numerosa documentación relativa a operaciones de cirugía estética como liposucción o blefaroplastia. También localizaron facturas de material quirúrgico que no aparecía en esa primera inspección, así como cuadernos con recomendaciones pre y postcirugía, informes preoperatorios de pacientes y consentimientos de anestesia.
Por todo ello, los agentes solicitaron el preceptivo mandamiento de entrada y registro que les permitió descubrir, oculto tras una puerta que parecía el acceso al domicilio de una de las detenidas, el quirófano clandestino con todo tipo de productos y material médico, muchos de ellos caducados. También contaban con una máquina para esterilizar el material y gasas que, al parecer, eran reutilizadas.
Tras analizar toda la documentación, los agentes pudieron constatar que dos mujeres habían tenido que ser trasladadas a centros hospitalarios tras haberse realizado una liposucción en dicha clínica, permaneciendo una de ellas varios días ingresada.
En el domicilio anexo, donde se realizaban las operaciones, los investigadores localizaron numeroso material sanitario repartido por varias estancias del salón, habitaciones y hasta un desván repleto de medicamentos y productos. También se intervino un cuaderno con indicaciones del funcionamiento administrativo de la clínica, documentación y fotografías de los tratamientos realizadas, agendas con horarios de las supuestas enfermeras, fechas de las citas y 3.350 euros.
Finalmente se procedió a la detención de cuatro mujeres como presuntas responsables de los delitos de intrusismo laboral, estafa, delitos contra la salud pública y contra los consumidores.
Actualmente la investigación continúa abierta puesto que los agentes siguen analizando la documentación incautada con el objeto de localizar nuevas víctimas. Además del teléfono habilitado, se puede denunciar en cualquier comisaría de la Policía Nacional. El objetivo de los investigadores es proteger la salud de nuevas víctimas.
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