Opinión

¿Por qué los hombres no limpian?

Lo único que parece importarles es el coche

Una limpiadora de hoteles revela qué zona de tu casa debes limpiar primero para evitar gérmenes
Una limpiadora de hoteles revela qué zona de tu casa debes limpiar primero para evitar gérmenesFreepik

El coche sí, y lo dejan reluciente. Lo que no limpian los hombres, en general, es la casa donde viven. Y digo en general, porque ciertamente hay un 15% de ellos, según estudios recientes, que sí lo hacen y con mucho garbo. Los hombres emparejados con mujeres no limpian porque ese trabajito arduo e ingrato se lo dejan a ellas. Yo que he sido una «ella» varias veces en mi vida, he tenido que hacer equilibrismos para no acabar con el delantal en el cerebro. Lo que mejor me ha funcionado siempre ha sido el expresar mi incompetencia en esas labores, cocinando platos incomibles o camisas quemadas. Pensaba que las mujeres jóvenes lo tenían más fácil, pero parece que no. A los hombres les sigue costando un mundo ver la suciedad en su hogar, así que si no la quieren ver cómo la van a quitar. Lo peor viene cuando se quedan solos, no encuentran mujercita y se abandonan envejeciendo en la soledad de su cabaña. Un amigo mío relimpio, por cierto, dice que alguno de sus colegas es como si se hubieran acostumbrado a vivir con costra. Y son, asevera, gente buena y cultivada. En fin, que guarros los hay de todas las clases. Como, a bote pronto, no acabo de comprender por qué llegan a esta situación le pregunto a mi servidor y me sale la IA furiosa diciéndome que eso no es verdad. Vaya, ésta ha pillado la info aleccionada. Le vuelvo a formular la pregunta con más sutileza a lo que entonces contesta que «son varios los factores: estereotipos de género, falta de hábitos establecidos y prioridades diferentes. Algunos hombres pueden percibir la limpieza como una tarea femenina que hay que evitar…» Sí, hija, pienso, pero es penoso que la cultura patriarcal, lleve a que tantos hombres no sepan cuidar su hogar y su higiene. Algo autodestructivo y triste. Yo, a estas alturas, siento más compasión por ellos que otra cosa.