Salud
Qué puedes esperar de tu primera revisión en el ginecólogo
No existe una edad concreta a la que deba realizarse la primera revisión, aunque hay algunos aspectos a tener en cuenta
La exploración ginecológica es uno de los principales motivos por los que una adolescente puede experimentar nervios o cierto temor de cara a la consulta, frente a qué le dirán y qué le harán. No obstante, hay que tener claro en primer lugar que para ir al ginecólogo no sólo se debe sufrir una enfermedad.
“La primera visita al ginecólogo puede tener como objetivo el prevenir alteraciones ginecológicas, confirmar que el aparato genital es normal, y asesorar respecto a métodos anticonceptivos cuando se demanden”, subraya en este sentido la doctora Lourdes Gabasa, que es médico especialista en Ginecología y Obstetricia del Hospital Quirónsalud Zaragoza.
Este primer encuentro, tal y como describe esta experta, tiene como finalidad conocer a la paciente, a quien se le realizará una exploración a fin de valorar, por ejemplo, el tamaño del útero y de los ovarios, y constatar si existe algún tipo de anomalía.
A qué edad se debe ir por primera vez
“Lo cierto es que no existe una edad concreta a la que deba realizarse la primera revisión ginecológica, aunque hay algunos aspectos a tener en cuenta. Entre ellos, hay que diferenciar si es una revisión ginecológica asintomática, como puede ser la llegada de la primera menstruación o el comienzo de las relaciones sexuales, o cuando existe una patología ginecológica como tal”, mantiene.
Así, la doctora Gabasa insiste en que en edades tempranas la visita al ginecólogo puede representar un buen momento para resolver dudas y abordar los cambios que experimenta el cuerpo durante la pubertad, “ya que es en esta etapa de la vida cuando se desarrollan por completo todos los órganos corporales”.
Igualmente, sostiene esta ginecóloga de Quirónsalud Zaragoza, esta cita puede representar igualmente una oportunidad para conocer y adquirir correctos hábitos de salud: “En estas citas médicas quien atiende es un especialista que sabe aconsejar acerca de las inquietudes y de las preocupaciones de la paciente”.
Qué se realiza en la primera revisión ginecológica
¿Qué se puede esperar de la primera visita al ginecólogo? Primeramente, tal y como indica esta doctora, el ginecólogo recabará datos sobre posibles antecedentes familiares, así como algunos datos médicos (edad de la menarquia o primera regla, cantidad de sangrado menstrual, dolor con la regla, o frecuencia de las relaciones sexuales, entre otras informaciones).
Si ya se han iniciado las relaciones sexuales, se procederá a explorar la vagina y realizar un tacto vaginal para valorar la normalidad del útero y los ovarios. “Cabe destacar que, más allá de una leve sensación de incomodidad, las técnicas empleadas no provocan dolor”, asegura la doctora Gabasa.
En estos casos, apunta esta experta que se explica cada acción, o se enseñan los instrumentos de los que se servirá el especialista; algo que hará que la paciente pueda familiarizarse con el proceso. “Si, por el contrario, no se han tenido relaciones sexuales, se lleva a cabo una auscultación, que consistirá en la valoración de las mamas y de la vulva”, remarca.
En muchas ocasiones, no obstante, sí advierte de que esta primera visita suele estar marcada por alteraciones en las primeras menstruaciones. Recuerda aquí que, según la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), se debe acudir a la consulta del ginecólogo cuando las reglas sean prolongadas (más de ocho días de duración), demasiado intensas (más de seis compresas empapadas por día), o muy seguidas en el mes. “También cuando la adolescente presenta síntomas de astenia o de cansancio”, apostilla esta especialista.
Qué exploraciones complementarias pueden realizarse
Como pruebas adicionales, si se considera oportuno, la doctora Gabasa señala que podrá realizarse una ecografía ginecológica, o bien un cultivo de flujo vaginal. “La primera ofrece más información sobre los genitales internos que el tacto vaginal y, en ocasiones, lo sustituye en las pacientes más jóvenes”, aclara.
En el caso concreto del cultivo dice que éste suele realizarse cuando el motivo de la consulta tiene que ver con la sospecha de una infección vulvo-vaginal. “Las citologías, también conocidas como test de Papanicolau, se realizan generalmente a partir de los 25 años, conforme al protocolo específico”, especifica esta doctora de Quirónsalud Zaragoza.
Finalmente, ve importante destacar que un clima de confianza aliviará los posibles temores previos ante esta primera visita al ginecólogo, quien podrá determinar la frecuencia de futuras citas, así como prescribir las recomendaciones oportunas.