Psicologia
¿Qué significa cuando una persona duerme tapada incluso en verano, según la psicología?
Aunque parezca extraño, muchas personas no pueden dormir sin taparse, incluso en noches de calor agobiante. La psicología tiene varias explicaciones para este hábito
Dormir tapado con calor extremo puede parecer una contradicción, pero para muchas personas es una necesidad. La psicología tiene algunas respuestas interesantes al respecto.
Mientras algunos apenas pueden soportar una sábana en verano, otros no conciben dormir sin al menos una manta ligera, incluso cuando las temperaturas son sofocantes. Este hábito, lejos de ser solo una costumbre, podría estar ligado a ciertos rasgos emocionales y psicológicos, según explican expertos en conducta y sueño.
Por qué algunas personas necesitan taparse para dormir, haga el clima que haga?
La razón principal no siempre es el frío. De hecho, tiene más que ver con cómo se siente la persona que con la temperatura del ambiente. Dormir tapado, aunque sea con una sábana fina, genera una sensación de protección, como una especie de "refugio" emocional que ayuda a conciliar el sueño.
Según la psicología, este comportamiento puede estar relacionado con:
Búsqueda de seguridad: las cobijas actúan como una barrera simbólica contra el entorno. Muchas personas asocian el acto de taparse con sentirse a salvo, algo que se arrastra desde la infancia.
Ansiedad o necesidad de contención:en quienes experimentan ansiedad, el peso y el contacto de las mantas puede tener un efecto calmante, incluso cuando no se trata de mantas pesadas. Es una forma inconsciente de buscar autorregulación emocional.
Rituales del sueño: el cuerpo se acostumbra a ciertos patrones que ayudan a "avisarle" que es hora de descansar. Taparse puede ser uno de esos rituales, y prescindir de él, incluso en noches calurosas, puede dificultar el sueño.
¿Es algo de lo que preocuparse?
No necesariamente. Mientras no haya problemas de salud asociados al calor o a la calidad del sueño, dormir tapado en verano no es negativo. Sin embargo, si va acompañado de insomnio persistente, ansiedad nocturna o sudoración excesiva, conviene revisar el entorno y consultar con un especialista en sueño.
En definitiva, quienes duermen tapados incluso con 30 grados no lo hacen por capricho, sino porque, en algún nivel, su mente encuentra en ese gesto una forma de descanso emocional. A veces, la sensación de una simple sábana puede significar mucho más de lo que parece.