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Qué significa dejar la ropa tirada encima de la silla a menudo, según la psicología
Con frecuencia muchas personas tienden a olvidar colocar las prendas de vestir en el armario o donde corresponda, dejándola acumulada en la protagonista silenciosa de muchos dormitorios

Dejar la ropa tirada encima de la silla de nuestra habitación es una de las costumbres que tenemos las personas, en especial cuando llegamos cansados del día a día o simplemente por pereza, en lugar de colocarla en el armario. En cualquier cosa, la psicología evalúa cualquier acción o inercia que el ser humano realiza y por supuesto, habla de los rasgos de aquellas personas que tienden a dejar a menudo ropa tirada y acumulada encima de la silla, la protagonista silenciosa de muchos dormitorios.
Y lo cierto es que la mayoría de las veces, no se recoge de un día para otro, sino que se acumula día tras día hasta crear una montaña de ropa encima de la silla: pantalones, camisetas, chaquetas y demás prendas e incluso en ocasiones, ropa interior como los calcetines. En sí, la psicología transmite que puede decir mucho de nuestra forma de estar en el mundo, como por ejemplo, ser una persona que tiende a la procrastinación.
Procrastinar es el acto de posponer las tareas o responsabilidades importantes. Aquellas personas que procrastinan retrasan las acciones que pueden hacer en el momento a pesar de que puedan tener repercusiones negativas, y con el tiempo, se vuelve un hábito que genera un ciclo de ineficiencia y estrés acumulado, así como culpa o frustración.
Si dejas la ropa acumulada en la silla con frecuencia, presentas ciertos rasgos según la psicología
Según diversos estudios, dejar la ropa tirada en la silla para recoger más tarde recaería en un ejemplo de procrastinación, que podría responder a una mente sobrecargada. Esto ocurre cuando la persona está inmersa en la ansiedad, el perfeccionismo (el miedo a no hacerlo bien y creer que haciéndolo después puede ser mejor) o la percepción del tiempo, o esa tendencia a pensar que se rinde mejor bajo presión acumulando tareas en pocos instantes.
Las consecuencias llevan al estancamiento de proyectos y objetivos, así como afectar negativamente a la salud física y mental. También inadecuación o hasta perder oportunidades valiosas. E incluso, se podría incidir en el miedo al fracaso, es decir, evitar una tarea como forma de eludir la posibilidad de fallar.
Según los psicólogos, la idea de dejar acumulada la ropa en la silla, al igual que otras situaciones de procrastinación, es una señal silenciosa de cansancio emocional, sobre todo cuando se vuelve un estilo de vida. El hacerlo por costumbre, tomarlo como algo que no es prioritario, puede ser indicio de vivir con horarios ajustados, pocas pausas y un estrés acumulado que no deja hacer las tareas más sencillas. Otros ejemplos podrían ir desde no hacer la cama hasta no limpiar la mesa.
Y es que la falta de tiempo obliga a priorizar y mantener la ropa a mano e incluirlo como una estrategia de eficiencia más que un síntoma de caos, pero como todo, un abuso de ello puede suponer un problema.
Por otro lado, algunas investigaciones sugieren que ciertos objetos pueden tener un valor emocional profundo, como es el caso de nuestras prendas de ropa, algo así como un momento vivido, una etapa pasada o una parte de identidad. Y en el caso de no guardarla con frecuencia, jugaría un papel importante el panorama de los vínculos emocionales, ya que sentimos a ciertas personas, etapas o momentos más cerca, como si fueran recientes.
En definitiva, debemos remarcar que la psicología da interpretaciones relativas e hipotéticas, pero no son verdades absolutas.
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