Psicología

Que significa no hacer la cama por las mañanas, según la psicología

Detrás de un gesto tan simple se esconde una mezcla de rasgos de personalidad, rutinas cognitivas y hasta beneficios para la salud

Que significa no hacer la cama por las mañanas, según la psicología
Que significa no hacer la cama por las mañanas, según la psicologíaLa Razón

Los hábitos matutinos hablan a veces más que las palabras. No hacer la cama al levantarse puede parecer una simple cuestión de pereza o falta de tiempo, pero la psicología lo interpreta de forma más compleja. Entre la estructura y la improvisación, entre el control y la flexibilidad, el modo en que tratamos la cama cada mañana refleja cómo manejamos el orden, la autonomía y la energía mental en nuestra vida diaria.

Hábitos matutinos y la mente

Diversos psicólogos coinciden en que los gestos automáticos de la rutina como preparar café, revisar el móvil o hacer la cama funcionan como pequeños mapas mentales del comportamiento. En este sentido, dejar la cama sin hacer no necesariamente implica desorden, sino una tendencia hacia la flexibilidad.

Qué significa hacer la cama a primera hora de la mañana, según la psicología
Qué significa hacer la cama a primera hora de la mañana, según la psicologíaFreepik

Según estudios sobre rasgos de personalidad basados en el modelo de los "Cinco Grandes" (Big Five), las personas que otorgan menos importancia a la estructura tienden a mostrar una mayor apertura a la experiencia y menor puntuación en meticulosidad. Es decir, valoran la adaptabilidad por encima del control estricto.

Flexibilidad frente a rigidez

Esta mentalidad se asocia con perfiles creativos, roles laborales dinámicos y entornos donde las prioridades cambian constantemente. No hacer la cama puede, en ese sentido, reflejar autonomía, comodidad con la ambigüedad y una preferencia por dedicar energía a tareas que tienen un impacto real, no simbólico.

Desde la psicología cognitiva, también se relaciona con lo que se conoce como “baja necesidad de cierre”, que es la capacidad para tolerar la incertidumbre sin ansiedad. Quienes viven bien con una cama deshecha suelen manejar mejor las ideas en evolución o los proyectos abiertos sin necesidad de una resolución inmediata.

La ciencia del descanso: razones prácticas y de salud

Más allá de la personalidad, existe un argumento fisiológico. Investigadores del Kingston University (Reino Unido) han señalado que dejar la cama sin hacer durante un tiempo puede ayudar a reducir la humedad acumulada durante la noche. Este ambiente más seco dificulta la proliferación de ácaros del polvo, responsables de muchas alergias y molestias respiratorias.

Los expertos en higiene del sueño suelen recomendar un término medio: airear la cama entre 20 y 30 minutos antes de hacerla. De este modo, se combinan los beneficios del orden visual con una mejor ventilación del colchón y las sábanas.

¿Dejas la cama sin hacer por las mañanas? Esto es lo que significa
¿Dejas la cama sin hacer por las mañanas? Esto es lo que significaFreepik

Algunas pautas básicas respaldadas por especialistas:

  • Cambiar las sábanas cada una o dos semanas.
  • Lavar las fundas de almohada semanalmente.
  • Aspirar el colchón periódicamente.
  • Mantener la humedad del dormitorio entre el 40% y el 50%.
  • Dejar entrar la luz natural para eliminar la humedad más rápido.

Ritual, control e identidad

El acto de hacer o no hacer la cama también tiene un componente simbólico. Según un estudio del periodista psicólogo Charles Duhigg, autor de El poder de los hábitos, realizar una tarea sencilla al despertar como estirar las sábanas puede actuar como una “tarea ancla” que impulsa otras acciones positivas a lo largo del día.

Por otro lado, quienes optan por no hacerla suelen sentirse más independientes y menos presionados por las normas sociales del orden. No es desinterés, sino otra forma de definir el control personal. La cama, en ese sentido, se convierte en un espejo del tipo de estructura que cada persona necesita para funcionar mejor.

Creatividad, atención y el reloj interno

Un estudio de la University of Minnesota sobre entornos de trabajo desordenados mostró que los espacios menos organizados fomentan la creatividad y el pensamiento divergente. Aunque el dormitorio no es una oficina, la lógica puede aplicarse, las personas que priorizan la espontaneidad sobre el orden pueden tener un estilo mental más innovador.

El factor biológico también influye. Los llamados noctámbulos tienden a dejar la cama sin hacer por pura economía de tiempo: su mañana es corta y priorizan lo urgente. Los madrugadores, en cambio, suelen disfrutar de unos minutos de calma y orden antes de empezar el día. Ninguno de los dos hábitos es mejor o peor; lo relevante es que el entorno se adapte al ritmo interno y las necesidades reales de cada persona.

Más que una cama

No hacer la cama no te define como desorganizado, del mismo modo que hacerla no garantiza productividad. Ambos gestos son expresiones de cómo gestionas la energía, la atención y el control en tu día a día. La psicología invita a observar estos hábitos no como fallos o virtudes, sino como pistas de tu estilo mental. Al final, cada arruga del edredón o cada pliegue perfectamente alineado dice algo sobre el tipo de equilibrio que eliges entre el orden y la libertad.

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