Tabaco

Reino Unido prohíbe la venta de tabaco a cualquier persona nacida después del 1 de enero de 2009

La medida entrará en vigor en 2027, cuando los jóvenes que ahora tienen 15 años cumplan 18. No podrán comprar, aunque sí consumir.

Una chica fuma tabaco en un vapeador en una terraza de Madrid.© Jesús G. Feria.
Una chica fuma tabaco en un vapeador en una terraza de Madrid.© Jesús G. Feria.Jesús G. FeriaFotógrafos

El primer ministro británico, Rishi Sunak, se ha marcado un gran reto: crear la primera «generación libre de humo» de Reino Unido. Para ello, cualquier persona nacida después del 1 de enero de 2009 tendrá prohibido comprar tabaco (pero no consumirlo). En definitiva, los menores que hoy tienen 15 años –la llamada «Generación Alfa»– nunca podrán adquirir un paquete de cigarrillos.

La medida entrará en vigor en 2027, cuando los jóvenes que ahora tienen 15 años cumplan 18. La edad legal para comprar tabaco se aumentará un año cada 12 meses, por lo que básicamente se está prohibiendo la venta de cigarrillos a las nuevas generaciones.

Este es el objetivo del proyecto de ley de Tabaco, que fue aprobado a última hora de la tarde de este martes por la Cámara de los Comunes por 383 votos a favor frente a 67 en contra. La prohibición no se extenderá a los productos de vapeo. Pero sí impondrá restricciones nuevas, al restringir los sabores disponibles y regular el empaquetado para que sea menos atractivo para los niños. El número de menores que vapea se ha triplicado desde 2021.

Al contar con el respaldo de la oposición, se espera que el proyecto de ley se convierta en normativa antes de las elecciones previstas para finales de año, convirtiendo a Reino Unido en uno de los países más restrictivos con el tabaco. Nueva Zelanda tenía planes similares, pero recientemente los abandonó debido a presiones políticas.

En Londres, Sunak también se está encontrando con oposición a sus planes. Y no precisamente por parte de los laboristas, sino de sus propias filas conservadoras. Antes de conocerse el resultado de la votación, se especulaba que entre 50 y 100 parlamentarios «tories» iban a votar en contra al considerar la medida «antiliberal», con el riesgo de crear un sistema de dos niveles en el que los adultos mayores puedan comprar tabaco y los más jóvenes no.

Para evitar una imagen de rebelión que habría mermado aún más su autoridad –deteriorada por la poca popularidad de los conservadores en los sondeos de cara a las generales–, el primer ministro decidió dar a los suyos libertad de voto.

Entre los críticos se encuentra Simon Clarke, quien recalcó que era mucho mejor centrarse en la educación y el sistema fiscal para disuadir a los jóvenes de fumar, en lugar de imponer una prohibición total. «Se corre el riesgo de crear un mercado negro y también de crear un problema inmanejable para las autoridades», matizó.

Clark, que es también director del grupo de derechos de los fumadores de Forest, denunció además que la «prohibición infantilizará a las futuras generaciones de adultos». «Cuando tienes 18 años eres legalmente un adulto y debes ser tratado como tal. A los 18 años puedes conducir un coche, alistarte en el ejército, poseer una tarjeta de crédito, comprar alcohol y votar, por lo que también deberías poder comprar cigarrillos y otros productos de tabaco. No se trata de proteger a los niños. La edad legal para la venta ya es 18 años, por lo que si se quiere evitar que los niños fumen, la respuesta es tomar medidas enérgicas contra los vendedores ilícitos, no contra los adultos que deciden fumar», explicó.

Los ex primeros ministros conservadores Boris Johnson y Liz Truss también argumentan que la ley afecta las libertades individuales. No obstante, el doctor Chris Witty, director médico del Gobierno, recalcó que «es un problema de salud realmente grave y que la gran mayoría de los fumadores desearían no haber empezado nunca, pero se vuelven adictos a una edad temprana y luego quedan atrapados, por lo que es la adicción lo que les priva de una elección».

El consumo de tabaco es la principal causa de muerte prevenible en el país. Mata a dos tercios de los consumidores a largo plazo y provoca 80.000 muertes cada año. Asimismo, casi cada minuto en Inglaterra un paciente ingresa en el hospital con una enfermedad relacionada con el tabaco, como dolencias cardíacas, accidentes cerebrovasculares y cáncer de pulmón.

Fue en el año 2019 cuando el Ejecutivo británico se comprometió a acabar con el tabaquismo para 2030, lo que significa que el número de fumadores de Reino Unido debe ser inferior al 5%. Pero la campaña no tuvo el éxito que esperaba. En 2021 se estimaba que había un 14,1% de fumadores, y en 2023 un 13%.

Para acercarse a su objetivo, a principios de este año lanzó «Swap to Stop» (Vapear para Parar). El programa consiste en dar vaporizadores gratuitos a quienes quieran dejar de fumar. En enero, se comenzaron a entregar los primeros 259.000 vaporizadores a las autoridades locales para distribuirlos en los centros y farmacias con programas para ayudar a los adictos al tabaco.

La ministra de Sanidad, Victoria Atkins, señaló que «demasiadas personas conocen a alguien cuya vida se ha visto truncada trágicamente o cambiado irreversiblemente a causa del tabaco». «A pesar de los importantes avances, sigue siendo la mayor causa de muerte evitable en el Reino Unido. Este proyecto de ley salvará miles de vidas, aliviará la presión sobre nuestro Sistema Nacional de Salud y mejorará la productividad del Reino Unido», enfatizó.