Roba en un establecimiento de Palma y se deja una escopeta en el coche aparcado

Agentes de la Policía Nacional han detenido a un varón de origen español, de 41 años de edad, como presunto autor de un delito de robo con violencia en un establecimiento y tenencia ilícita de armas. El ladrón fue detenido, pero no se atrevió, una vez puesto en libertar, a regresar a por su coche, por lo que fue de nuevo arrestado, al tener un arma sin licencia.

Una llamada al 091 de la Policía de Palma de Mallorca comunicaba que en un establecimiento se estaba llevando a cabo una reyerta en la cual una apersona esgrimía un arma blanca. Una vez en el lugar, los agentes vieron a un hombre en un estado de gran alteración, haciendo aspavientos y de lado a lado, mientras era custodiado por los trabajadores del establecimiento, así como por un agente de Policía Local fuera de servicio.

Los testigos manifestaron que comenzó un forcejeo entre los trabajadores y el detenido, ya que había intentado sustraer efectos del interior del establecimiento, momento en el que al detenido se le cayó un arma blanca al suelo de entre sus pertenencias. Los trabajadores vieron al detenido pasar la línea de caja portando objetos escondidos entre su ropa, los cuales no habían sido abonados; el personal intentó que no se marchara y comenzó un forcejeo en el exterior. Una de las empleadas le cogió alguno de sus efectos que llevaba guardado en la ropa, procediendo el hombre a “imitar” su conducta, levantándole su vestimenta; le arañó la barriga y la empujó para apartarla de su camino y poder marcharse.

Los agentes detuvieron a este individuo como presunto autor de un delito de robo con violencia. Días más tarde, otro ciudadano dio aviso de que había un vehículo estacionado en el aparcamiento del mismo establecimiento con una escopeta en su interior. Se trataba del coche del arrestado.

Los agentes comprobaron que en el interior había una escopeta con el número de serie borrado, documentación a nombre del detenido, munición para la misma y 13 bastones modificados con la punta metálica. Se trasladaron al domicilio del varón, que había sido puesto en libertad y que se había atrevido a ir a por su coche. Confirmó que el arma era suya y que no tenía licencia para la misma.