Hogar
El romero, el tomillo y la lavanda crecen más fuertes si se agrega 1 elemento al suelo
Con este sencillo gesto, es posible mejorar la salud, el sabor y la resistencia de estas hierbas tan apreciadas, utilizando un recurso casero, sostenible y económico
Las hierbas leñosas como el romero, el tomillo y la lavanda son plantas resistentes y aromáticas muy comunes en jardines y hogares, pero muchos jardineros desconocen que pueden fortalecerse considerablemente si se les añade un simple elemento natural al suelo: cáscaras de huevo trituradas.
Según Vladka Merva, herborista y fundadora de Simply Beyond Herbs, las cáscaras de huevo son una excelente fuente de calcio, un nutriente esencial para el crecimiento y la salud de las plantas. “El calcio se filtra en la tierra al regarla. Es importante para la nutrición vegetal y también mejora el equilibrio químico del suelo y la penetración del agua”, explicó la especialista.
Al incorporar cáscaras de huevo al sustrato, estas hierbas mediterráneas no solo desarrollan raíces más fuertes, sino que también se vuelven más resistentes a enfermedades comunes como la pudrición apical. Además, el calcio eleva el pH del suelo, lo que crea un ambiente más alcalino, ideal para este tipo de plantas.
Pero los beneficios no terminan ahí. Las cáscaras también cumplen una función como barrera natural contra plagas. Gracias a sus bordes afilados, resultan incómodas para insectos como babosas o gusanos cortadores. “Las cáscaras de huevo trituradas sirven como control de plagas. Slugs, cutworms u otros insectos evitan los trozos de cáscara y se alejan”, señaló Merva.
Para usarlas, solo hay que lavar bien las cáscaras para eliminar restos de yema, dejarlas secar completamente y luego triturarlas. Una vez listas, se espolvorean directamente sobre la tierra donde crecen el romero, el tomillo o la lavanda.
Además, quienes cultivan estas hierbas en interiores pueden incluso utilizar las cáscaras como macetas naturales. Solo hay que vaciarlas cuidadosamente, hacer un pequeño orificio en la base para el drenaje, llenarlas con tierra adecuada y sembrar las semillas. Se recomienda usar un sustrato ligero, arenoso y ligeramente alcalino.
Con este sencillo gesto, es posible mejorar la salud, el sabor y la resistencia de estas hierbas tan apreciadas, utilizando un recurso casero, sostenible y económico