Prevención

Setas venenosas en España: cómo reconocerlas y evitar intoxicaciones este otoño

Todo lo que debes saber sobre hongos tóxicos y cómo recolectarlos de forma segura

Setas venenosas en España: cómo reconocerlas y evitar intoxicaciones este otoño
Setas venenosas en España: cómo reconocerlas y evitar intoxicaciones este otoñoLa Razón

El otoño es la temporada ideal para los aficionados a la recolección de setas, pero también aumenta el riesgo de intoxicación por hongos tóxicos. En España existen alrededor de 1.500 especies de hongos silvestres, de las cuales cerca de 100 son peligrosas para la salud. Conocer cómo identificar las setas más venenosas, distinguirlas de las comestibles y aplicar medidas de seguridad en la recolección es fundamental para disfrutar del bosque sin riesgos.

¿Cuál es el panorama de riesgo de las setas más venenosas?

Antes de salir al bosque, conviene conocer el contexto de los accidentes por hongos. Cada año, cientos de aficionados a la micología se enfrentan a intoxicaciones por consumo de setas recolectadas sin la preparación adecuada. La mayoría de los incidentes se producen por confundir hongos comestibles con especies peligrosas. Por eso, la educación y la prudencia son esenciales para disfrutar de la recolección de setas sin poner en riesgo la salud.

Principales hongos tóxicos en España

Identificar los hongos más peligrosos es clave para prevenir intoxicaciones graves:

Amanita phalloides (La “seta de la muerte”)

La especie más letal del bosque español. Su sombrero varía del verde‑oliva al amarillo pálido, con láminas blancas, anillo en el tallo y volva en la base. Contiene amatoxinas que afectan gravemente al hígado y pueden resultar mortales incluso en pequeñas cantidades.

Cortinarius orellanus (Webcap mortal)

Un hongo altamente tóxico. Su consumo provoca daño renal severo, a menudo días después de la ingestión. Se encuentra en suelos calizos y puede confundirse con setas comestibles, lo que lo hace especialmente peligroso.

Cortinarius orellanus
Cortinarius orellanusLa Razón

Lepiota brunneoincarnata (La pequeña mortal)

Pequeña en tamaño, grande en toxicidad. Es fácil de confundir con champiñones comestibles y contiene amatoxinas que afectan el hígado y pueden ser fatales incluso en cantidades muy pequeñas.

Amanita muscaria (La roja icónica)

Conocida por su apariencia de cuento, pero con efectos sobre el sistema nervioso. Produce vómitos, alucinaciones y confusión. Aunque no es de los hongos más letales, su consumo sigue siendo riesgoso y no se recomienda recolectarla para consumo.

Consejos prácticos para recolectar setas sin riesgos

Adoptar medidas de seguridad es fundamental para evitar intoxicaciones por hongos.

  • Inspección visual rigurosa de los hongos
  • Observar cada seta con detalle puede marcar la diferencia.
  • Descarta hongos dañados, con parásitos o en descomposición. No te guíes por el tamaño, incluso ejemplares pequeños pueden ser altamente tóxicos.

Características clave para identificar setas venenosas

Conocer las señales de alerta ayuda a distinguir hongos comestibles de los tóxicos.

Color y aroma de los hongos

Los colores y olores pueden advertir sobre la toxicidad.Colores vivos como rojo, naranja o verde intenso suelen indicar peligro. Tallos que cambian de color al cortarlos o desprenden líquido lechoso y olores químicos son señales de alerta.

Láminas blancas, anillo y volva

Elementos morfológicos que indican toxicidad. Láminas blancas bajo el sombrero, anillo en el tallo o ensanchamiento en la base (volva) son típicos de especies peligrosas como las amanitas.

Impresión de esporas

Una técnica sencilla para verificar la seguridad de un hongo. Coloca el sombrero sobre una cartulina blanca y observa el color de las esporas. Tonos oscuros o rosados pueden indicar toxicidad, especialmente si difieren de los hongos comestibles conocidos.

Actuar con precaución ante la duda

La regla de oro en micología es “cuando no estés seguro, no consumas”. Si tras ingerir un hongo aparecen vómitos, diarrea, sudoración intensa, confusión o dolor abdominal, acude inmediatamente a un centro médico y proporciona toda la información posible sobre la seta y su lugar de recolección. Evita recolectar hongos en zonas urbanas o contaminadas, ya que pueden acumular metales o químicos peligrosos.