"Autoboda"

Sologamia: «Casarme conmigo misma es una experiencia psicomágica»

Este fin de semana, Vanessa, de 37 años, se ha dado a sí misma el «sí, quiero». Las autobodas son un fenómeno cada vez con más adeptos. «Hay que amarse para poder amar a los demás»

Vanessa García ha decidido casarse consigo misma
Vanessa García ha decidido casarse consigo mismaE. Sanchez

Vanessa García, de 37 años, se dio ayer el «sí, quiero» a sí misma. Fuevestida de rojo y con alianza, como manda la tradición, en su anular. Eso sí, no cursó invitaciones, fueron las personas que deseaban asistir a su «autoboda» las que se pusieron en contacto con ella para mostrarle su deseo de acompañarla en un día tan especial. La ceremonia tuvo lugar en un hotel de Gijón y los nervios no tardaron en manifestarse. Entró sola en la sala. No fue del brazo del padrino, porque, precisamente es con ella y tan solo con ella con quien quiere declarar públicamente su amor.

La moda de la sologamia no para de crecer. Cada día son más personas las que deciden sellar el amor consigo mismas públicamente (aunque no tiene ninguna validez legal) en lo que se conoce ya como una fiesta del amor y la libertad. Eso sí, matiza Vanessa «esto no quiere decir que en un futuro encuentre alguien con quien quiera casarme. Hacerlo conmigo misma es una cosa y con otra persona algo muy diferente. No es algo excluyente. Es más, si ahora mismo estuviera en pareja lo haría igualmente y debería respetarme», nos cuenta.

Hasta hace unos meses no había pensado en pasar por «el altar» (es un decir porque, obviamente la ceremonia es civil), pero sí conocía de cerca la sologamia porque alguna amiga ya había dado el paso. A través de la asociación que codirige Vanessa (ella es pintora y capitanea la Asociación Cultural Ssagar de Oviedo) decidieron proponer una celebración del autoamor, dos mujeres se sumaron y Vanessa pensó que también había llegado su momento.

"He tenido varias parejas"

«Me encuentro en un momento maravilloso y qué mejor que celebrarlo así. Todo en esta vida se celebra: comuniones, bodas, cumpleaños, por qué no hacerlo también con algo tan bonito como esto. Casarme conmigo misma no es un boicot al amor, para nada. Yo no me cierro a ello. Es más, si tú estás en tu mejor versión, el día de mañana, si encuentras a alguien con quien quieras estar en pareja, podrás manifestar más amor todavía», dice.

Vanessa ha tenido varias parejas a lo largo de su vida. Relaciones largas. «Tuve esa experiencia de compartir vida con otra persona, hablo bajo el conocimiento de la experiencia, por eso creo firmemente en esto de la sologamia. Decidí cortar la relación porque no me hacía más feliz. Agradezco todo lo que viví en este tiempo, pero no quería cumplir con esos patrones de comprar una casa y tener hijos, porque no iba a ser feliz. Así que tomé la decisión».

Es consciente de que hay quienes la tachan de «loca» pero no busca que la gente la comprenda, «es muy respetable que no estén de acuerdo con lo que voy a hacer. A todas esas personas les mando todo el amor del mundo porque sé que lo van a necesitar. Creo que en nuestra sociedad falta mucho amor real», puntualiza.

Esta tendencia suscita también cierto recelo entre los más críticos ante el individualismo que exporta. Pero según la futura novia asturiana «habrá gente que, como ocurre con todo, lo llevará a los extremos. Seguro que hay quien celebra la sologania como un acto extremo de narcisismo cerrado a su ego, pero yo no lo vivo así. Mi interpretación es la de dar y recibir amor. Doy amor, recibiré amor. También es cierto que cuando algo se sale de la norma, de lo establecido, surgen críticos, pero yo no estoy haciendo daño a nadie», detalla.

Incluso, define su autoboda como una «sensación psicomágica», algo que marcará un antes y un después en su vida. Ya tiene escritos sus votos matrimoniales. Lo hizo hace unos días mientras descansaba en el sofá tomando notas en su móvil. «Hablaré de la necesidad de quererse a uno mismo primero, sin caer en el narcisismo, para poder amar luego a los demás. Es como el caso de las mascarillas en el avión. Hay que ponérsela a uno primero para después ayudar a los otros. Aquí ocurre lo mismo. El amor nace de uno. E insisto, no estoy en contra de las personas que se casan, para nada, pero este es mi camino personal y es tan respetable con el resto», puntualiza.

Adiós a la media naranja

Ante el crecimiento exponencial de esta tendencia, acudimos a los expertos para buscar una explicación. Mercedes Bermejo, vocal del Colegio Oficial de Psicología de Madrid y psicóloga sanitaria apunta a modo de preámbulo que la sologamia es «un fenómeno social que merece un respeto hacia las personas que se acogen a ello».

«Está relacionado con varios fenómenos. En algunos contextos menos adecuados esto tiene que ver con un posible narcisismo, pero yo me inclinaría por otras posibles hipótesis como pueden ser una mala experiencia sentimental, una vivencia previa de monogamia o poligamia que no ha sido fructuosa o una tendencia a romper con lo tradicional, así como un proceso de conexión con uno mismo», afirma Bermejo.

Además, alude a la problemática de una sociedad hiperconectada donde las relaciones sociales son cada vez más costosas y la convivencia más compleja. «No hemos aprendido a querer y cuidar bien al otro y esto genera diferentes experiencias en ocasiones desagradables. Si no tenemos una buena identidad construida o una biuena autoestima es posible que en las relaciones intimas floren dificultades. La sologamia no se entiende desde una única perspectiva, es algo multifactorial», apunta.

Lo que sí es cierto es que es algo que suele darse con mayor frecuencia en mujeres lo que, según Bermejo», también tiene que ver con la sociedad patriarcal en la que nos encontramos: «Ha habido y hay mucho machismo, violencia de género, mucho sufrimiento y esto lleva a las mujeres a cultivar y expresar su amor propio ante todo. Es, por tanto, un acto de empoderamiento de estas personas, un reconocimiento y reforzamiento a ese amor propio».

Reconoce también que nos encontramos cada vez más con relaciones individualistas porque «las relaciones con los otros no se generan de una manera sana y esto provoca que no funcionen adecuadamente. El paso previo necesario para tener una relación íntima es el amor con uno mismo. Si este amor propio no se ha tratado en la infancia o la adolescencia aparecerán en el futuro dificultades para entablar vínculos sanos con el otro». Además, Bermejo, al igual que dijo Vanessa, la sologamia, «no es incompatible para un futuro vínculo con otra persona». «Lo que supone es un rechazo a la idea de que para que alcanzar la felicidad hay que encontrar tu media naranja. La sologamia pone sobre la mesa que ya somos personas completas, lo que no quita que sí estemos dispuestos a encontrar a otra persona».

Vanessa, consciente de la controversia que pueda generar su decisión a nivel social, reconoce que en su entorno están muy mocionados. «Mi padre me ha dicho que viva mi momento, para mí él es un gran apoyo. Y mis amigos y amigas están encantados, dicen que es una idea buenísima. La gente que no me conoce quizá tenga otra opinión. Pero para mí, el universo no entiende de sí o no, sino que lo hace de energía», confiesa la pintora.

Al concluir su etapa de soltera, Vanessa compartió boda con otras tres mujeres que se dieron el «sí, quiero» el mismo día. Fueron cinco horas de celebración y el entusiasmo se sentía al otro lado del teléfono antes de la misma. Solo queda decir: ¡Qué viva la novia!