Salud
“Los suplementos para muscularse son una bomba de relojería”
La experta Cristina García Viguera alerta de los riesgos del consumo de estos productos ligados al “culto al cuerpo”
La investigadora del CEBAS-CSIC experta en Ciencia y Tecnología de los Alimentos Cristina García Viguera ha alertado sobre la popularización que se está haciendo, desde edades muy jóvenes, del consumo de suplementos de proteínas ligados al “culto al cuerpo” y que “son una bomba de relojería” cuyos efectos a largo plazo aún no se conocen.
La experta, considerada una de las mejores investigadoras en su campo en todo el país, ha hecho esa reflexión en una entrevista con Efe tras su reciente nombramiento como académica de número de la Academia de Ciencias de la Región de Murcia.
En su opinión, los complementos de proteínas pueden ser una buena opción para deportistas de élite y profesionales, sometidos a un gran desgaste de su cuerpo, que sufre una enorme oxidación por la práctica continua de un ejercicio intenso.
Sin embargo, ha cuestionado si “ir una hora al gimnasio para muscularse es realmente un deporte” y ha advertido de que tomar suplementos con el único fin de incrementar el tamaño de los músculos es “una bomba de relojería”.
“Ese exceso de proteína se convierte en un exceso de aminoácidos en el cuerpo, y órganos como el hígado o los riñones se resienten”, ha subrayado.
La situación es especialmente grave cuando los suplementos los toman adolescentes cuyos cuerpos están todavía en desarrollo, puesto que no hay estudios de los efectos a largo plazo del consumo de estos compuestos que “fuerzan el cuerpo en un desarrollo para el que todavía no está preparado”.
García Vigueras ha abogado por incrementar la educación desde las escuelas para que los jóvenes sepan distinguir entre “el deporte para tener un cuerpo sano, el deporte de élite o profesional y la moda de muscularse” que, en su opinión, “se está yendo de las manos” en los últimos años y generará problemas de salud en quienes la practican a largo plazo.
Como contrapunto a esa situación, la experta ha considerado que lo más adecuado es “cuidar la dieta” haciéndola variada y sin demonizar ningún tipo de alimento porque “nos tenemos que alimentar de forma sana, pero también disfrutar de la comida”.
En ese sentido, ha considerado que no hay ningún alimento “prohibido” y ha lamentado que cada cierto tiempo se “demonizan” determinadas sustancias como la sal, el azúcar o las harinas, que son necesarias para el organismo.
“Hay sustancias de las que no hay que abusar, pero consumido con equilibrio, ningún alimento tiene por qué dejar de ser consumido”, ha dicho.
En ese sentido, ha señalado, la “dieta mediterránea de toda la vida” es un referente de ese tipo de alimentación saludable, con la que no hace falta ningún complemento, y ha valorado que cada vez hay más conciencia en ese sentido.
Sin embargo, ha advertido también de la “publicidad engañosa o exagerada” sobre determinados alimentos que realmente no son tan saludables.
“Se habla de super alimentos, pero estos no existen. Se habla de alimentos funcionales, pero realmente son muy pocos los que se pueden clasificar como tales. Un buen zumo de naranja es mucho más saludable que la mayoría de bebidas elaboradas que nos anuncian como mejores”, ha subrayado.
Es un tema que conoce en profundidad, ya que sus últimas investigaciones están encaminadas precisamente al desarrollo de bebidas “3S: seguras, saludables y sostenibles”, que tienen una aplicación para deportistas de élite o para personas con enfermedades de tipo metabólico u obesidad.
En concreto, su trabajo actual se base en la elaboración de kombuchas, un tipo de bebidas fermentadas a base de tés, para la generación de compuestos que pueden tener una aplicación positiva en la nocicepción, que es el proceso neuronal por el que sentimos dolor periférico ante estímulos potencialmente dañinos, como un pinchazo o una quemadura.
Las kombuchas desarrolladas por su equipo emplean antocianos, unos compuestos químicos que se encuentran principalmente en frutos rojos, y que podrían servir como complemento a medicamentos para paliar el dolor.