Desarrollo personal

La técnica de una reconocida coach estadounidense que triunfa en España para saber qué quieres de verdad

Una simple batería de tres preguntas, ideada en la Universidad de Stanford y popularizada por una de las coaches más influyentes de Estados Unidos, se ha convertido en brújula para quienes sienten que viven en piloto automático

La técnica de una reconocida coach americana que cada vez gana más adeptas en España y que te ayuda a identificar lo que de verdad importa en tu vida
La técnica de una reconocida coach americana que cada vez gana más adeptas en España y que te ayuda a identificar lo que de verdad importa en tu vidaYoutube Mel Robbins

En los últimos años, el discurso del "haz lo que amas" ha convivido con una realidad mucho más prosaica, hipotecas, trabajos que no entusiasman, maternidades absorbentes y una sensación de "¿ya está? ¿Esto es todo?". Cada vez más mujeres en España consumen contenidos de desarrollo personal que les ayudan a ponerle palabras a esa incomodidad silenciosa: la sensación de tener "asuntos pendientes" con una misma.

En uno de sus recientes vídeos, la coach estadounidense Mel Robbins recupera una herramienta creada por dos profesores de Stanford, conocida como Odyssey Plan, y la traduce a algo radicalmente simple: tres preguntas incómodas que te obligan a mirar tu vida como si fuera un mapa. No se trata de imaginar una vida ideal de Pinterest, sino de confrontar el camino real por el que vas… y los caminos alternativos que quizá ni te permites pensar.

Así funciona la técnica de las tres preguntas

En el episodio, Robbins plantea que casi todo el mundo tiene asuntos pendientes consigo mismo. Cosas que quiere hacer, versiones de sí misma que aún no ha vivido. Para poner eso sobre la mesa sin necesidad de renunciar hoy a tu trabajo, tu ciudad o tu familia, propone responder por escrito a estas tres preguntas:

1. ¿Cómo será tu vida si no cambias absolutamente nada?

Es la pregunta que más incomoda y la base del método de Stanford. No te pide imaginar tu vida soñada, sino proyectar cinco años hacia delante la vida que ya tienes hoy: mismo trabajo, misma casa, misma relación, mismo círculo de amigos, mismos hábitos de salud, mismo nivel de estrés. ¿Te gusta de verdad hacia dónde te lleva este camino?

2. Si el camino en el que estás desapareciera mañana, ¿qué harías?

Ella la llama la rugpull question, la pregunta "tirar de la alfombra". Imagina que pierdes tu trabajo, que la carrera que estudias ya no existe, que la relación se termina o que los hijos se van de casa antes de lo previsto. No se trata de recrearse en la catástrofe, sino de preguntarte: si plan A se cayera hoy, ¿cuál sería tu plan B realista? ¿Qué sabes hacer que podría convertirse en trabajo, ingresos o proyecto? ¿Cómo seguirías conectada a lo que te apasiona, aunque fuera de otra forma?

3. ¿Cómo sería tu vida si nada te frenara?

La tercera pregunta es la más abierta y la más emocional: ¿cómo se vería y se sentiría tu vida si no tuvieras miedo al qué dirán, si el dinero no fuera problema y no sintieras la obligación de cumplir expectativas ajenas? Aquí no se trata de hacer cálculos, sino de permitirse soñar sin censura, como cuando éramos niños. ¿Dónde vivirías?, ¿Con quién pasarías la mayor parte del tiempo?, ¿Qué tipo de trabajo, creación o contribución te haría sentir que tu día ha merecido la pena?

De soñar a mover ficha: los “prototipos” que cambian el rumbo

La propia metodología de Stanford insiste en que diseñar tu vida no va de tomar decisiones drásticas de un día para otro, sino de hacer prototipos: pequeños experimentos de bajo riesgo que te acerquen a aquello que ha aparecido en tus respuestas.

Algunos ejemplos que propone Robbins:

  • Si siempre dices que quieres escribir un libro, el "prototipo" no es dejar tu empleo, sino escribir 15–20 minutos cada mañana durante un mes.
  • Si sueñas con vivir en otro país, antes de vender todo puedes investigar cómo es el día a día allí, hablar con alguien que ya vive en esa ciudad o pasearte por Google Street View para ver si encaja con lo que imaginas.
  • Si fantaseas con cambiar de sector, el primer paso puede ser apuntarte a un curso corto, ofrecerte como voluntaria en algo relacionado o invitar a café a alguien que ya trabaja en ese mundo.

La idea es simple, pero potente: cada pequeño experimento altera ligeramente el "camino" por el que vas. No hace falta dinamitarlo todo; basta con introducir un hábito, una conversación o un proyecto que te desvíe unos grados hacia un lugar más coherente con lo que quieres.

Por qué esta técnica conecta con tantas mujeres

El éxito de estas tres preguntas tiene mucho que ver con el momento vital de muchas de sus seguidoras: mujeres que han cumplido con todos los "debería" -título universitario, trabajo estable, pareja, familia- y aun así sienten que falta algo propio. La técnica no te dice qué decisión tomar, pero sí te obliga a enfrentar tres verdades incómodas:

  • Tu vida actual te está llevando a algún sitio, te guste o no.
  • Tienes más recursos y planes alternativos de los que sueles admitir.
  • Bajo las obligaciones y los miedos, sigue habiendo deseos muy concretos que no han desaparecido, solo se han silenciado.