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Ceros y unos con firma de mujer

Aunque no se hable de ellas, fueron muchas las que colaboraron en el desarrollo tecnológico

Ceros y unos con firma de mujer
Ceros y unos con firma de mujerlarazon

Aunque no se hable de ellas, fueron muchas las que colaboraron en el desarrollo tecnológico

Seguramente este artículo no tendría sentido si el género del titular fuera masculino. Todos saben los nombres de aquellos que hicieron historia en la tecnología, pero recordar que hubo mujeres a su lado y a veces mejores que ellos es una desafortunada reivindicación que todavía es necesario recordar. Por ello, más que un artículo, esto es un sustantivo... con nombre propio, si se permite la licencia.

Carla Meninsky

Hoy, cuando algunos trols se ceban con las mujeres que diseñan videojuegos, demostrando la esencia de su apodo y no la inteligencia de un humano, es necesario volver a las fuentes. Quizá si estos seres tan partidarios de la crítica sin fundamento hablaran con sus padres, ellos les instruirían sobre la consola Atarti 2600, una de las primeras allá por los años 1980. En aquellos tiempos, Carla Meninsky era una de las dos únicas mujeres que desarrollaban videojuegos. Y fue ella la responsable del mítico Indy 500 (¡en 1977!), «Star Raiders» o el multipremiado «Dodge’Em». Es cierto que no tienen nada que ver con los actuales GTA, pero en aquellos tiempos, más de treinta años atrás, era lo más buscado bajo el árbol de Navidad. Meninsky también trabajó en Warlords.

Carol Shaw

A los 23 años diseñó su primer video-juego para Atari, «Polo» (1978), y se convirtió en la primera diseñadora de la historia. Pero llegó a la fama por el clásico «River Raid», también concebido para la Atari 2600. ¿Tan bueno era? Rara vez la nostalgia resiste el paso del tiempo. «River Raid», un «shooter game» en el que se actuaba como un avión tras las líneas enemigas, tenía que desarrollarse para una plataforma que apenas le daba 128 bytes de RAM (ahora 256 MB es lo mínimo, es decir más de 200 mil veces la memoria de aquella consola). Por ello, Shaw tuvo que crear un algoritmo muy sencillo, pero efectivo, que permitiera los cambios de paisajes en «River Raid» y que resultó fundamental para los juegos que vendrían más tarde. Shaw también es conocida por anticipar hacia qué géneros irían los contenidos de videojuegos en el futuro.

Radia Perlman

Al contrario de lo que sucede con las líneas telefónicas, en las que un terminal se conecta directamente con otro, en internet la información pasa por distintos sitios antes de llegar al destinatario. En este «árbol» todos estamos conectados y nos usamos para pasar información, algo similar a lo que ocurre con las pipas en un estadio de fútbol, que pasan de mano en mano hasta llegar al destino final. Radia Perlman es la creadora de este protocolo, conocido como «Spanning Tree» o Árbol de Expansión. Gracias a él, es posible encontrar un camino alternativo para la información cuando dos routers fallan. Por ello, a Perlman se la conoce como la «madre de internet». Pero también tiene otros importantes éxitos, entre ellos unas 100 patentes para Sun e Intel, para quienes sigue trabajando, y el desarrollo de un lenguaje de programación, TORTIS, para niños de dos a cinco años.

Grace Hooper

Es imposible borrar de la memoria colectiva al sargento instructor Hartman, de «La chaqueta metálica», capaz de lanzar improperios durante horas sin repetirse en absoluto. Pues Hartman le tendría miedo a Grace Hooper. Perdón, la almirante Hooper. Esta, aparentemente, bondadosa señora fue la primera en doctorarse en Yale en Matemáticas, una de las primeras programadoras y la primera en llegar a ese grado militar en las fuerzas navales de Estados Unidos. Fue ella quien en 1952 inventó el primer compilador (un programa informático que traduce un programa escrito en un lenguaje de programación a otro). También es responsable del lenguaje COBOL, lo que buscaba ser, hace casi 50 años, el esperanto de la informática. A Hooper se le atribuye haber llamado por primera vez «bug» (bicho) a los malware que se introducían en un ordenador (aparentemente debido a una polilla que tuvo que sacar de uno) y, para concluir, se dice que fue esta amable mujer quien acuño la famosa frase «más vale pedir disculpas que permiso». Como para llevarle la contraria.

Ada Lovelace

Su nombre completo era Augusta Ada Byron, condesa de Lovelace o Miss Augusta Ada King. Fue la única hija legítima del poeta Lord Byron. Interesada desde pequeña en las matemáticas, hoy es conocida como la primera programadora de la historia. En 1816, el matemático inglés Charles Babbage concibió su máquina analítica, el embrión de los actuales ordenadores. Y fue ella quien, a través de un algoritmo (básicamente una serie de instrucciones precisas y claras para realizar una tarea) determinó que si la máquina fuera construida funcionaría correctamente. De este modo, la hija de uno de los grandes poetas de la historia unió sus genes y sus intereses para dar a luz a la poesía matemática, es decir, un algoritmo.

Kay McNulty, Marlyn Wescoff, Fran Bilas, Ruth Lichterman, Adele Goldstine y Betty Snyder

Ellas fueron las programadoras de ENIAC, el primer ordenador. Eran las encargadas de diseñar los pasos para que realizara los cálculos precisos para cada problema, lo que significaba, entre otras cosas, estar a cargo de 3.000 interruptores y 80 toneladas de equipo. Su trabajo fue silenciado durante décadas seguramente por haberlo hecho a la perfección.

Mary Kenneth Keller

También conocida como hermana Keller, esta monja fue la primera mujer en doctorarse en Ciencias de la Computación en 1965. Fue una de las responsables del lenguaje BASIC, que se creó en la Universidad de Darmouth, que hasta la llegada de Keller, tenía prohibida la entrada de mujeres al área de ordenadores (dicho con sarcasmo: porque es bien sabido que los estrógenos afectan la función binaria). Fundó y durante 20 años dirigió el departamento de su doctorado en el Clarke College. Su interés se centró en la inteligencia artificial.

Jean E Sammet

Una de las primeras doctoras en Ciencias de la Computación (1968, por Stanford) desarrolló para IBM uno de los primeros lenguajes, el FORMAC, en 1962. También participó de la creación de COBOL.

Limer Fried

Hoy son muchas las mujeres que siguen sus pasos. Limor Fried (en la imagen) fundó Adafruit, una compañía que enseña a hacer sus propios gadgets. Sara Haider es una de las principales ingenieras de Android, a los 9 años ya construía páginas web. Rachel Haot es responsable de la tecnología del estado de Nueva York. Tiene 31 años. Lynn Root es una de las principales ingenieras de Spotify y creó una organización para apoyar a mujeres que quieren aprender programación.