
Delincuencia
Tensión vecinal en Aranda del Duero por la presencia de okupas: “Van jactándose de que son menores y pueden agredir”
Los vecinos denuncian las repetidas agresiones mientras que una periodista que acudió a la zona fue increpada

Italia ha tomado una contundente decisión para frenar a los okupas. Giorgia Meloni, ha puesto en marcha un nuevo decreto de seguridad que, entre otras cosas, endurece las medidas a tomar en este tipo de casos. Las nuevas penas supodrán una estancia en prisión de dos a siete años a la vez que queda esclarecido un procedimiento de urgencia para la liberación del inmueble okupado por estos delincuentes. Esto quiere decir que la ley ampara la actuación directa e inmediata de las autoridades siempre y cuando se den las condiciones de usurpación esclarecidas.
Esta nueva legislación aprobada en Italia está muy alejada de lo que hay en España en la actualidad. La lentitud para resolver los casos y la escasa seguridad judicial para los propietarios provocan que los okupas no cesen en su empeño, generando consecuencias negativas tanto para el dueño como para las personas del entorno. Esto está sucediendo en Aranda del Duero donde el asentamiemto de hasta nueve familias okupas han propiciado que aumente considerablemente la tensión vecinal. 'Espejo Público' fue hasta el lugar para informar sobre la situación y la periodista María Hernando se llevó una desagradable sorpresa.
Los okupas, a gritos contra una periodista
La redactora intentó conocer la versión de los okupas, que en este caso eran mujeres, pero se encontró con una respuesta a gritos y con el impedimiento de acercarse. Ante la primera pregunta respondieron, aunque a voces: "¡Tienen contrato y tienen todo!". Sin embargo, la tensión fue aumentando según se sucedían las cuestiones: "¿Tenéis que venir aquí a hacer tantas preguntas? ¡Que no queremos hablar! ¡¿No lo entiendes?!". La periodista, manteniendo la educación en todo momento, intentó hacer más preguntas y directamente fue expulsada: "Que respetes nuestra privacidad. Yo creo que lo que deberías de hacer es coger y marcharte".
Los vecinos explotan contra los okupas
Una vecina sí quiso hablar y sin pelos en la lengua: "Hay una serie de pisos que han sido okupados por gente que no sabe vivir en sociedad". Otra mujer no aguanta más: "Aquella calle un delirio, la otra, otro. Problema de la okupación y de todo". La primera joven muestra la situación: "Como es un pueblo pequeño lo vemos todo, antes no había movidas de este tipo". Detalla la diferencia entre las peleas anteriores y actuales: "Sí, todo el mundo se ha pegado con todo el mundo, con las manos. No salían con cuchillos, navajas, botellines...".
La preocupación es especialmente grande para las familias, que explican que no pueden dejar ir solos a sus hijos: "Lo que hay ahora mismo no... A los niños hay que estar pendientes de ir a buscarles, porque ¿Por qué calle viene? Si cuando no se están matando en esta calle, se están matando en la otra". Incluso ha habido ataques con arma blanca en una zona altamente frecuentada: "Han apuñalado a un chaval al lado del estanco donde vamos con los niños a comprar cromos". También preocupa la limpieza: "Todo está lleno de mierda".
Agredidos por hablar de los okupas
La vecina acompaña a la redactora y muestra como hay menores que están fuera del colegio en horario escolar. Además, explicó una agresión a unas vecinas: "Sufrieron una agresión porque iban hablando de que había pisos okupados y les dijeron que sí tenían algún problema. Como hay gente que no se calla, dijeron que sí y hubo un movidón". Además, las supuestas agresoras se sienten intocables: "Como tienen 16 años, jactándose de que eran menores y que podían pegar con total impunidad. Hay parte de lesiones". Lanza una preocupante pregunta: "¿Cómo es que te peguen en tu barrio de toda la vida por ir a hacer la compra?".
Un acusado se defiende
La periodista habló con Ángelo Barrul, que es el patriarca de una familia que lleva viviendo muchos años en este barrio y fue acusado de facilitar los pisos a los okupas. Él se defendió: "Es mentira. Están denunciados por ello". Explica el supuesto motivo de la confusión: "Nos asocian con ellos porque vivimos al lado. Es un barrio en el que en días de calor salimos todos los gitanos juntos y nos asocian con ellos y nosotros llevamos 30 años en Aranda".
No negó la relación con los okupas: "Hola, hola y adiós adiós. Si les puedo ayudar económicamente, les ayudo". También se mojó sobre la peligrosidad y los conflictos generados por los okupas: "En todos los barrios hay conflictos, y más en barrios donde no sólo se reúnen familias gitanas. Hay marroquís, hay colombianos, hay ecuatorianos, somos muchos. Santa Catalina está lleno de todo: gitanos, payos, de todo".
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