
Productos caseros
Si tienes aceite usado de la cocina, tienes un tesoro: las dos formas para aprovecharlo que te sorprenderán
Reutilizar este alimento permite elaborar productos útiles en casa con materiales sencillos y resultados sorprendentes

En muchas cocinas, el aceite vegetal cumple un papel protagonista en la preparación de platos cotidianos, freímos patatas, cocinamos tortillas o doramos los alimentos. Pero una vez usado, surge la gran pregunta: ¿qué hacer con él? En demasiados hogares, la respuesta sigue siendo tirarlo por el fregadero, sin saber que este gesto puede contaminar miles de litros de agua y causar problemas graves en las cañerías y plantas depuradoras.
La buena noticia es que ese aceite que parece inservible puede transformarse en productos útiles, sostenibles y sorprendentemente fáciles de elaborar. Estas son las dos formas de reutilizar el aceite de cocina que quizás no conocías y que pueden cambiar tu forma de ver este residuo para siempre.
1. El jabón casero que limpia más de lo que imaginas
Una de las alternativas más prácticas y sostenibles es fabricar jabón casero. Se trata de un jabón ideal para limpieza general, este sirve para fregar suelos, lavar utensilios o ropa, y su elaboración requiere pocos ingredientes. Además, permite reducir el uso de productos industriales y aprovechar algo que, de otro modo, terminaría contaminando.

Materiales necesarios:
Esto es lo que necesitas:
- 1 litro de aceite vegetal usado (colado con una tela o filtro fino para eliminar residuos)
- 300 ml de agua fría
- Guantes y gafas de protección
- 135 gramos de sosa cáustica en escamas (disponible en droguerías o ferreterías)
- Cuchara de madera o palo para remover
- Esencias naturales, ralladura de limón o colorantes (opcionales)
- Recipiente de plástico resistente o acero inoxidable (nunca aluminio)
- Moldes (pueden usarse de silicona, envases plásticos o cajas de cartón)
Cómo se hace:
No se recomienda su uso cosmético sin conocimientos específicos, ya que la sosa puede resultar agresiva para la piel si no se neutraliza correctamente.
- Filtra el aceite para retirar restos de comida.
- Con protección y en un espacio ventilado, añade la sosa cáustica al agua (nunca al revés). La mezcla reaccionará y se calentará.
- Espera a que la mezcla baje un poco de temperatura y añade el aceite poco a poco, sin dejar de remover.
- Bate durante unos 20-30 minutos hasta lograr una textura espesa y homogénea.
- Si quieres, añade aromas o colorantes.
- Vierte en los moldes y deja reposar al menos 24 horas.
- Desmolda y deja curar durante 3 o 4 semanas en un lugar seco. Este tiempo es fundamental para que el jabón pierda la alcalinidad y se endurezca.
2. Velas decorativas para iluminar y sorprender
Otra opción creativa y funcional es fabricar velas caseras con aceite usado. Estas lámparas son perfectas para iluminar cenas al aire libre, decorar balcones o simplemente para tener una fuente de luz alternativa y ecológica. Además, su elaboración es muy sencilla y puede hacerse con materiales que tienes en casa.

Qué necesitas:
- Un frasco de vidrio con tapa metálica
- Aceite vegetal usado y filtrado
- Mecha de algodón o cordón resistente
- Clavo y martillo (para perforar la tapa)
- Piedras decorativas o arena (opcional)
Paso a paso:
Estas velas son recargables, duraderas y le darán un toque cálido a cualquier espacio exterior.
- 1. Limpia bien el frasco y perfora la tapa en el centro con un clavo y martillo.
- 2. Pasa la mecha por el agujero, dejando unos centímetros fuera. La parte interna debe llegar al fondo del frasco.
- 3. Llena el frasco con el aceite usado.
- 4. Si el frasco es muy ancho, puedes poner piedras o arena para sujetar mejor la mecha.
- 5. Cierra bien y enciende la mecha.
Un gesto pequeño con un impacto enorme
Cada litro de aceite usado que no se vierte por el desagüe evita contaminar hasta 1.000 litros de agua. Y cuando además ese residuo se convierte en algo útil como jabón o una fuente de luz, el beneficio se multiplica.
Reutilizar el aceite de cocina no solo es una decisión responsable, también es una forma creativa y práctica de contribuir al cuidado del planeta desde casa. Con estas dos ideas, ese residuo que parecía un problema puede convertirse en tu próximo proyecto sostenible.
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