Domingo de Ramos

«Vamos al Calvario de los jóvenes que se suicidan»

José Cobo celebra su primer Domingo de Ramos como cardenal arzobispo de Madrid

MADRID, 24/03/2024.- El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, asiste a la bendición de las palmas y a la eucaristía del Domingo de Ramos oficiada por el arzobispo de Madrid, cardenal José Cobo, este domingo en la catedral de la Almudena. EFE/ Fernando Villar
Domingo de Ramos en MadridFERNANDO VILLARAgencia EFE

José Cobo ha celebrado esta mañana su primer Domingo de Ramos como cardenal arzobispo de Madrid. Precedida por la preceptiva bendición y procesión de ramos, el purpurado presidió una eucaristía en la catedral de la Almudena, en la que participó el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida.

"Fue un día como este cuando comienza la salvación de cada uno de nosotros, incluso de los que matan, incluso de los que callan", entonó el vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española en su homilía, y añadió que la entrada de Cristo a lomos de una borriquilla fue el inicio "por parte de Dios de la gran explicación del sentido de la vida, de lo que hay el corazón de Dios".

"Cristo, en estos momentos, como aquel día, entra en nuestra vida para morir por nosotros y ser resucitados en Él", defendió Cobo en su alocución, que invitó a los fieles presentes en la catedral a pasar "de ser entusiastas lejanos a ser seguidores, dejar de ser espectadores de Cristo para decirle con fe que queremos ser más cristianos". "Demos un salto para tomar en serio la Pasión de Jesucristo para no volver el rostros a las pasiones que hay alrededor", añadió.

En este sentido, propuso a los madrileños ahondar todavía más en el sentido de la religiosidad popular. "Meditar el dolor de Cristo y contemplar las procesiones es bello", expresó. A renglón seguido, indicó que "es el primer paso, pero a veces puede ser una coartada para no ver nuestros dolores y los de nuestro pueblo".

A partir de ahí, el cardenal ofreció una ruta diferente a lo católicos para estos días: "Te pido que cierres los ojos de la cara y abras los ojos del alma para ver la otra Semana Santa". Y continuó: "Hoy vamos juntos al Calvario con tus cruces y con las cruces del mundo, el calvario donde sufren 700 millones de personas que viven con menos de dos euros al mes, el Calvario de nuestros jóvenes que se están suicidando, el Calvario de tanta gente que vive sola, el Calvario de nuestra desigualdad, los cristianos que sangran y sufren, esos calvarios siempre a las afueras".

Con estas realidades sobre el altar de la Almudena, Cobo apuntó que "la fe no es una butaca para esperar la vida eterna ni es un escudo de rezos y prácticas para aclamar y luego crucificar". Para el prelado, "la fe es un riesgo, sobre todo cuando uno sabe que en cada paso nos jugamos la muerte de Nuestro Señor Jesús, la vida de nuestros hermanos. Pasemos ser de espectadores a testigos", añadió.

Una moderna "performance"

En esta misma línea, hizo un llamamiento a no afrontar el relato de la pasión, muerte y resurrección de Jesús como "un recuerdo", como "si asistiéramos a una moderna ‘performance’". "Alguien ha muerto por ti, ha dado la vida por ti para rescatarte de todo"·, enfatizó, convencido de que "la cruz no puede ser un obstáculo para ver las otras cruces que hay a nuestro alrededor".

Por eso, se mostró convencido de la necesidad de dar "un salto de fe, un salto de confianza al Señor para atrevernos ahora en concreto, a donde quiera llevarnos en este momento concreto de la vida, aunque sea ir a las periferias o simplemente envolver cuerpos rotos como José de Arimatea".

"Aquel Domingo de Ramos, le entregaron los ramos, pero no le entregaron el corazón", subrayó Cobo, que justo después subrayó cómo "las palmas se convierten en dagas que se alzan al grito de ‘crucifícalo, crucifícalo’". Fue así como se forjó, según el vicepresidente de los obispos españoles, "la muerte más grande de la historia en la que se esconde la muerte de cada uno de nosotros". En un diálogo de tú a tú con quienes le escuchaban en el templo, el purpurado les hizo un encargo: "Mira a Cristo como seguidor y no solo como admirador de su mensaje. Atrévete a imaginarte clavado a la cruz, pon rostros a la cruz".

Junto a Cobo, en el altar se encontraban los dos obispos auxiliares de Madrid, Jesús Vidal y Juan Antonio Martínez Camino, así como el obispo emérito de Almería, Adolfo González Montes, afincado en la capital.