Familia

«Vivimos un calvario: los dos en paro, con dos hijas y uno en camino»

La Fundación RedMadre ayudó a Óscar y Marilin. El aborto no era una opción para ellos

Óscar y Marilin posan junto a su hijo / Foto: Luis Díaz
Óscar y Marilin posan junto a su hijo / Foto: Luis Díazlarazon

La Fundación RedMadre ayudó a Óscar y Marilin. El aborto no era una opción para ellos.

«Vivimos un calvario durante casi tres años. Nunca pensamos que pasaríamos por algo así porque siempre hemos sido muy trabajadores», recuerda Óscar. Él y su mujer Marilin tenían dos hijas cuando se vieron obligados a cerrar el bar que regentaba ella. En aquella época él trabajaba en un taller mecánico. Le despidieron y cuando fue a recoger el finiquito «mi jefe me pidió que le ayudara a mover una máquina y me amputé el dedo».

Tiempo después, estando ya los dos sin trabajo y teniendo dos hijas, se quedaron en estado. «Estábamos muy mal. No sabíamos a dónde acudir. No tenía qué dar de comer a mis hijas y en el peor momento que estábamos pasando me quedé embarazada», relata la madre. A pesar de la situación que estaban viviendo, Marilin no pensó en abortar. «Nunca, y eso que me comentaron en el hospital que era una opción al ver que nada más recibir la noticia me puse a llorar y me dio ansiedad. Sabía que mi marido iba a ser el hombre más feliz del mundo cuando le dijera que estaba embarazada, el pobrecito –dice refiriéndose a su hijo Óscar– no vino en el mejor momento». Y así fue: «Recuerdo que me dijo: “No sé cómo vamos a hacerlo, pero saldremos adelante los cinco”».

Fue entonces cuando una vecina le dijo a Marilin que pidiera ayuda a la Fundación RedMadre. «Aún tengo el primer juguete que me dieron, un conejo de peluche que me recuerda el momento tan duro aunque feliz que vivimos. También me dieron ropa de premamá, leche, pañales, cereales, etc., y me ayudaron mucho psicológicamente. Estuvieron ahí y eso es impagable».

«Se nos juntó todo, con el dedo amputado... sin su ayuda no sé cómo hubiésemos salido adelante. Fue muy duro. También nos ayudó la asistente social de Guadarrama. Salimos a flote por ellos y sobre todo porque el bebé nos dio fuerzas», recuerda el padre. Hubo también muchas puertas «que no se nos abrieron. En algunos sitios nos dijeron que por ser yo español (ella es extranjera) no podíamos acceder a ciertas ayudas. No quiero decir con esto nada que se pueda malinterpretar, sino que la ayuda debería llegar a aquel que lo esté pasando mal sin importar la nacionalidad».

En enero de 2015 nació su hijo. Y en cuestión de meses su suerte cambió. Cuando Óscar padre estaba a punto de irse solo a buscar trabajo a Benidorm, «tuve mi última entrevista en Madrid en una empresa que vende y fabrica implantes dentales. Me acuerdo de la fecha: fue el 1 de septiembre de 2015. Me sigo emocionando aún. Me contrataron y de eso hace ya tres años». Fue entonces cuando empezaron a llevar a su hijo a la guardería para que ella pudiera buscar trabajo. «Una de las dueñas se dio cuenta y me dijo que si me interesaba ir a limpiar su casa. En aquella época yo tenía la autoestima por los suelos, aunque por fuera estuviera con la sonrisa. Ella dio un vuelco a mi vida, empecé limpiando y en agosto me llamaron y me dijeron que si podía empezar a trabajar en la guardería que tienen en Moralzarzal. Les dije que sí».

Y desde aquel día trabaja en la escuela infantil: «Las cosas tardan, pero llegan si uno se esfuerza», afirma Marilin. Ahora esta familia trata de ayudar en la medida de sus posibilidades con RedMadre. «Cuando conseguí trabajo les llamé para decirles que ya no necesitábamos que nos siguieran ayudando. Mi hijo aún no tenía tres años, que es hasta la edad que te asisten, era el momento de que ayudaran a otros después de todo lo que han hecho por mí. También les llevé una maleta llena de cosas que puede aprovechar otra familia», concluye Marilin.