Desde que dejara el testigo como director ejecutivo de Microsoft allá por el año 2000, Bill Gates ha centrado buena parte de su labor en aspectos filantrópicos y de colaboración con la comunidad. Fruto de ello, ha alertado al mundo de la necesidad de tomar medidas que frenen el cambio climático por el bien de las generaciones venideras y también se ha declarado preocupado por los avances en materia de ciencia y salud, incluso realizando aportaciones millonarias para financiar proyectos como el que busca una vacuna contra el VIH.

Una de las ramas de la medicina sobre las que más activo se ha mostrado el magnate empresarial es la que se ocupa de investigar el Alzhéimer. La enfermedad neurodegenerativa fue la causa del fallecimiento del padre de Bill Gates en el año 2020 y, desde entonces, muestra su implicación con los diferentes estudios que se realizan y que espera que puedan ayudar a muchas familias a evitar un momento especialmente doloroso: “Ver a mi brillante y cariñoso padre decaer y desaparecer fue una experiencia brutal”, ha llegado a expresar el propio Gates.

Detección precoz del Alzhéimer

Buena muestra del interés por los avances que se realizan lo da el propio Gates con las publicaciones que realiza en su blog personal, Las notas de Gates, en las que muestra las reflexiones a las que le lleva su nuevo día a día y los actos a los que acude. Esta misma semana publicaba una nueva entrada tras visitar a lo largo de 2024 la Facultad de Medicina de la Universidad de Indiana y ver los avances realizados en el estudio de la enfermedad de Alzhéimer.

Los ensayos a los que se refiere Bill Gates en su publicación se centran en pruebas de diagnóstico basadas en la sangre. El objetivo de esas pruebas es detectar la proporción de placas amiloides en el cerebro, algo que puede facilitar una detección precoz tal como apunta el propio Gates: “Un análisis de sangre sencillo, preciso y fácil de realizar podría algún día hacer posible la detección sistemática, identificando a los pacientes mucho antes de que experimenten deterioro cognitivo”, destacó en la entrada de su blog personal.

Unas pruebas de las que Bill Gates fue testigo en primera persona en su visita a Indiana y que le hacen albergar optimismo de cara al avance que la investigación de la enfermedad que se llevó a su padre necesita: “No puedo evitar sentirme lleno de esperanza al pensar en todos los avances que se están logrando en la lucha contra el Alzheimer, es un momento emocionante en un contexto complejo", destacó en su escrito.

Con ello Bill Gates aspira a remover las conciencias de cara a que la financiación que necesitan este tipo de ensayos siga llegando, pues los avances son notables y la recompensa puede serlo aún más: “Estamos más cerca que nunca de un mundo donde nadie tenga que ver a un ser querido sufrir esta terrible enfermedad”, escribió un Bill Gates emocionado.