Estreno
Este viernes se estrena una nueva película sobre un tiburón asesino que, por increíble que parezca, tiene muy buena pinta
Sobrevivir a un ataque japonés es poco en comparación con lo que les espera ahora a este grupo de soldados de la Guerra del Pacífico
Primero dejar claro que, al igual que les ocurre a otros animales como los cocodrilos, las serpientes o las arañas y escorpiones, los tiburones no son malos, simplemente son depredadores y cazan para alimentarse, pero su aspecto feroz ha hecho que protagonicen un sinfín de documentales y películas donde se les tacha de asesinos sanguinarios.
Con tantas intentonas a lo largo de los años, uno podría pensar que habrá multitud de cintas con escualos buenas, sin embargo y quitando Tiburón, la primera, o las más recientes Dangerous Animals o Infierno azul (por no dejar tan desangelada la lista), pocas más se nos ocurren. No, a Deep Blue Sea le tenemos cariño, pero buena...
Puede ser la elegida
Aun con todo, no perdemos la esperanza, y en éstas nos encontramos con Tiburón blanco. La bestia del mar, que se estrena este mismo viernes 22 de agosto en los cines de toda España de la mano de DeAPlaneta y que promete devolver al género ese esplendor que le solemos atribuir pero que en tan contadas ocasiones ha tenido.
Lo hace con un film que mezcla la Guerra del Pacífico con el terror marino, situándonos en el mar de Timor, donde un grupo de reclutas sobrevive a un brutal ataque de las tropas japonesas. Perdidos, sin provisiones y sin un plan claro para volver a casa, lo que parecía ya una situación desesperada se convierte en una pesadilla aún mayor: un tiburón blanco con sed de sangre les sigue de cerca, acechando cada uno de sus movimientos.
El encargado de llevar esta historia a la gran pantalla es el australiano Kiah Roache-Turner, cineasta que se dio a conocer con Wyrmwood: La carretera de los muertos y más recientemente con Sting. Araña asesina. En Tiburón blanco. La bestia del mar no solo dirige, sino que también firma el guion y se encarga de la edición, confirmando su estilo visceral y arriesgado, con claras inclinaciones hacia el terror con toques gore.
Más allá del terror
La cinta, prometen, no se limita a mostrar los ataques del tiburón, sino que también examina cómo la mente humana responde ante condiciones extremas. Los traumas, las tensiones internas y la lucha por el poder van emergiendo a medida que el grupo intenta sobrevivir, con temas como la masculinidad, la raza o la fragilidad de la identidad colectiva en juego.