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Jeff Bezos, fundador de Amazon, revela la pregunta secreta más importante: "Nadie me pregunta esto"
Un horizonte bien definido con la estrategia a seguir para continuar liderando el comercio electrónico resulta ser una de las claves del éxito de Bezos

Amazon es un ejemplo recurrente para todos aquellos que se plantean poner en marcha una idea de negocio desde un punto de partida humilde, pero con la mirada puesta en la expansión. No en vano, la historia del gigante del comercio electrónico nace en 1994 y crece desde la humildad de un garaje de Seattle que se ha convertido en símbolo del emprendimiento. Aquello fue suficiente para que Jeff Bezos montara una página web dedicada a la venta de libros que con el paso de los años ha llegado a las cotas más altas del comercio en línea.
El éxito de Amazon ha llevado a su fundador y accionista a participar en una gran cantidad de charlas y conferencias en las que se analizan las claves que pueden transformar una mera idea en un negocio destacado. Jeff Bezos también toma parte cada año en las charlas que las propias fundaciones de Amazon imparten, y en ellas ha dejado migas de pan que deben conformar ese camino hacia el triunfo de los nuevos empresarios. En ellas se ha atrevido a señalar incluso una pregunta que nadie le ha hecho jamás y que para él es fundamental en el devenir de un negocio.
Los deseos del cliente a diez años vista
En el marco del Amazon Annual Shareholder Meeting, en mayo de 2016, Bezos lanzó una reflexión y una serie de consejos, entre los que destacó una: había una pregunta, quizás la más importante, que nunca nadie le había hecho. No se trataba de los procesos de producción ni de la logística de los envíos, se trataba del futuro. Nadie le había preguntado jamás por aquello que no iba a cambiar en un horizonte temporal de diez años y para él ese aspecto resultaba fundamental y así lo defendió: “la razón por la que esa pregunta es tan importante es que puedes construir tus planes en torno a esas cosas”, apuntó.
Tratándose de un acto de su compañía, Bezos puso el ejemplo propio acerca de lo que él esperaba de los clientes de Amazon durante la siguiente década: “los clientes querrán precios bajos dentro de 10 años. Eso no va a cambiar. Los clientes querrán una entrega rápida, querrán una gran selección. Así que toda la energía que pongamos en esas cosas seguirá dando dividendos”, destacó.
El empresario estadounidense confiaba en aquella intervención en saber con exactitud las aspiraciones de los clientes, además de descartar aquello que en su opinión jamás diría un usuario de su plataforma: “Es imposible imaginar que un cliente venga a mí dentro de diez años y me diga: Jeff, me encanta Amazon, solo deseo que la entrega sea un poco más lenta. O, me encanta Amazon, solo desearía que el precio fuera un poco más alto. No va a suceder, así que cuando puedas configurar las cosas que seguirán siendo ciertas en casi todas las circunstancias, entonces podrás poner energía en ellas”, apostilló con un ejemplo que llamó la atención de los asistentes a aquel acto y que hoy en día sigue generando una reacción de afirmación en quienes tienen contacto con la revelación de Jeff Bezos por primera vez.
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