En el mercado nacional es difícil encontrar lo que llamamos comedia negra, pero por fortuna tenemos alguna que otra disponible para su visionado, siendo Muertos S.L.una de las mejores y también una de las más recientes, pues su primera temporada llegó a Movistar Plus+ en exclusiva en abril de 2024.

La cosa fue bien, y es que si algo está protagonizado por Carlos Areces, uno de los mejores humoristas de nuestro país, quien además se pone bajo las órdenes de Laura Caballero, directora a quien también le debemos Machos Alfa, estamos ante un combo que tiene todas las papeletas para recibir nuestra atención.

De ahí que pocos meses después, el 27 de febrero del presente año, su segunda temporada se estrenara de nuevo en la plataforma de vídeo a la carta de Movistar, pero eso es algo que cambiará muy pronto con una temporada 3 que esperamos este mismo verano.

Nuva dirección de la funeraria y su tercera temporada

Netflix es donde encontraremos ya no solo la esperada tercera entrega de la serie, sino también sus dos primeras temporadas, que llegarán al catálogo de la plataforma el próximo 31 de julio. Apenas tres semanas después, el 21 de agosto, se estrenará en exclusiva y a nivel mundial la tercera temporada, por lo que quien no haya visto todavía esta singular comedia tiene tiempo de ponerse al día.

Creada por Alberto y Laura Caballero, responsables de éxitos como La que se avecina o la ya mencionada Machos Alfa, Muertos S.L. se centra en una funeraria familiar en plena crisis tras el fallecimiento de su fundador, Gonzalo Torregrosa.

Lo que espera a los suscriptores de Netflix

La historia comienza cuando Dámaso Carrillo, su fiel empleado, cree que ha llegado su momento para ponerse al frente del negocio. Pero la inesperada decisión de Nieves, la viuda septuagenaria, de asumir ella misma el control con la ayuda de su torpe y entusiasta yerno, Chemi, desata todo tipo de enredos dentro de la empresa.

Conspiraciones internas, competencia feroz por parte de la funeraria rival Transitus y hasta un caso #MeToo amenazan la estabilidad de un negocio que no deja de generar situaciones absurdas, irreverentes y por momentos incómodamente reales.