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Qué pasó en el primer capítulo de la temporada 2 de 'El juego del calamar: El desafío'
La nueva entrega no se anda con tonterías: tres cuartas partes de los concursantes ya han caído. Como siempre, la clave no es solo ser bueno en los juegos, sino ser capaz de traicionar a quien haga falta

La segunda temporada de El juego del calamar: El desafío ha vuelto, y si pensabas que la primera edición del reality británico había sido dura, agárrate que vienen curvas. La producción ha demostrado lo equivocados que estábamos: el episodio de estreno, titulado Seis Patas, fue una masacre exprés que comenzó sin piedad. De los 456 nuevos concursantes que soñaban con los 4,56 millones de dólares del premio final, solo 74 quedaron en pie después de los primeros 60 minutos.
El tic-tac de la muerte: una prueba de 456 segundos que fulminó a la mitad
El primer golpe fue 'La Cuenta', un juego de precisión psicológica y mental con un factor de eliminación brutal. Solo había una regla, y era bastante simple: los 456 jugadores se dividieron en dos grupos (X y O) y tenían que presionar un botón exactamente a los456 segundos (la cifra maldita, por supuesto), que son exactamente 7 minutos y 36 segundos. El equipo que se acercase más, sobrevivía; el otro, se iba a casa.
El ambiente se volvió tenso nada más empezar. En el grupo "X", la calma la puso el jugador089, un músico que usó su sentido del ritmo para mantener la cuenta a raya. El grupo "O" se puso en manos de una enfermera experta en hacer compresiones, pero el nerviosismo les jugó una mala pasada. El equipo "X" logró la victoria por tan solo dos segundos: su tiempo se desvió doce segundos de la marca de 456 segundos, mientras que el equipo "O" se pasó catorce segundos. De infarto.
¿El resultado? Totalmente demoledor: los 228 concursantes del equipo "O" fueron eliminados del juego. La suerte, la sincronía y, para ser honestos, también en buena parte la estadística, definieron su destino aterradoramente rápido.
Una inmunidad comprada con sangre
Antes de la masacre, la organización soltó una bomba que implica directamente a los gemelos Jacob (432) y Raúl Gibson (431), dos populares creadores de contenido en TikTok (@bludbrothers). Al empezar, la producción pidió dos voluntarios para un juego de liderazgo, y como ambos se ofrecieron, a pesar de que Raúl estaba en el equipo perdedor de "La Cuenta", obtuvo la inmunidad ante esa primera prueba.
Sin embargo, esta bendición tenía detrás una trampa cruel: para asegurar su propia supervivencia, Raúl debía eliminar a tres jugadores, dándoles la mano y deseándoles "suerte"; en caso contrario, tanto su hermano como él quedarían fuera del juego. Fue un acto de traición forzada que lo convirtió en verdugo a los ojos de sus (pocos) nuevos aliados. La jugada fue maestra para el reality: generar desconfianza absoluta desde el minuto uno. Tras las tres eliminaciones, el campo se redujo a 225 jugadores.
A ciegas y atados: el agónico Pentatlón de 'Seis Patas'
Los 225 supervivientes no tuvieron tiempo casi ni de respirar. El siguiente desafío fue el "Pentatlón de las Seis Patas", la prueba que además da nombre a este primer capítulo de la temporada 2, una serie de minijuegos diseñados para mantener ese ritmo de eliminación frenético.
El juego empezó, una vez más, con un golpe bajo: cinco concursantes fueron eliminados por votación de sus propios compañeros en el dormitorio. La paranoia se disparó.
Después, la prueba física "Atrapar" fue una pesadilla de reflejos y mala suerte. Divididos en grupos, los jugadores debían atrapar una pelota que caía aleatoriamente por una de tres ranuras. La imprevisibilidad era tan alta que 33 jugadores se fueron eliminados en un abrir y cerrar de ojos, dejando a 187 en la carrera.
El episodio cerró con una nueva vuelta de tuerca social. Los 187 jugadores fueron sentados en mesas de seis, y la orden de la organización fue clara: cada mesa debía ponerse de acuerdo y eliminar a uno de sus miembros. El dilema es brutal: cooperar para decidir quién muere, o arriesgarse a ser eliminado por no tomar una decisión.
El debut de la segunda temporada ha sido un espectáculo bestial, especialmente para los fans de la serie original. Con la balanza entre la suerte y la traición personal inclinada hacia lo cruel, El juego del calamar: El desafío confirma su estatus como el reality psicológico más despiadado de la televisión. Ganar los juegos es la única manera de continuar, pero hacer buenas migas con el resto de jugadores y no confiar del todo en nadie es la verdadera clave.
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