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Para qué sirve la pegatina que viene en la parte trasera de tu móvil nuevo (y por qué no debes dejarla puesta)

Es un fenómeno casi costumbrista en España: el móvil con la funda transparente que ha cogido un tono amarillento (o incluso marrón) y, justo debajo, la pegatina blanca del IMEI. Un pequeño detalle, aparentemente inofensivo, que esconde riesgos para tu privacidad y seguridad

Un móvil con la pegatina del IMEI puesta
Un móvil con la pegatina del IMEI puestaEsteban GarcíaDifoosion

Si eres de los que se fija en los detalles, habrás notado un patrón curioso en el paisaje móvil español, especialmente entre un cierto segmento de la población, digamos, a partir de los 40 años. No es una norma escrita, pero es una imagen recurrente: un smartphone, generalmente un modelo de gama media o de generaciones anteriores, embutido en esa funda transparente de silicona que, con el paso del tiempo y el uso, ha dejado de ser cristalina para adquirir un tono amarillento, e incluso, con el Sol y el roce, un preocupante color marrón. Y justo ahí, pegada a la trasera del teléfono, asoma, impoluta o medio despegada, una pequeña pegatina blanca o gris con un código de barras y una serie de números. Es la pegatina del IMEI.

Esta costumbre, que, a priori, parece una nimiedad o incluso una muestra de dejadez, esconde un fenómeno sociológico interesante. ¿Por qué la gente no la quita? Probablemente, por una combinación de factores: el desconocimiento de su utilidad real, la creencia de que ese código "tan importante" podría ser necesario en algún momento (quizás para una garantía, una reparación, o simplemente "por si acaso"), o, simplemente, la comodidad de dejarla ahí y olvidarse. Pero lo cierto es que, detrás de esa aparente inocuidad, se esconden varios riesgos importantes que pueden comprometer tu privacidad y la seguridad de tu dispositivo. Y sí, es una práctica que, en realidad, deberíamos desterrar.

Un cuadro costumbrista del sigo XXI: la pegatina y la funda amarillenta

El ritual es casi universal. Te compras un móvil nuevo, te lo entregan en su caja reluciente, y ahí está: la pegatina del IMEI, pegada a la trasera. La mayoría de los usuarios, especialmente los más jóvenes o los familiarizados con la tecnología, la retiran sin pensarlo. Es un elemento "extra" que afea el diseño. Pero hay otro grupo de usuarios, y no es pequeño, que decide dejarla puesta. Y como decía, este hábito a menudo va de la mano con el uso de la funda transparente que viene de serie en la caja.

Esta funda, inicialmente pensada para proteger el teléfono sin ocultar su diseño, tiene una peculiaridad: con el tiempo y la exposición a la luz ultravioleta, el calor de la mano y la propia suciedad, el material (normalmente TPU) se degrada y empieza a amarillear, a veces incluso a adquirir tonalidades marrones. Es un proceso químico inevitable y afecta a prácticamente todas las fundas de este tipo, independientemente de su precio. Así, lo que empieza como una capa protectora invisible, se convierte en una especie de "pátina" que delata el paso del tiempo y el uso. Y justo debajo de esa funda ya amarillenta o con ese toque "vintage", se esconde la prístina (o no tan prístina) pegatina del IMEI.

¿Por qué este apego a la pegatina? La razón más probable es el desconocimiento. Para muchos, ese código, que parece una matrícula, es un dato técnico importante que "no debe tocarse". Quizás piensen que lo necesitarán para una reparación, para activar la garantía, o para algún trámite con el operador.

Es una especie de mentalidad de "por si acaso", de no quitar un elemento que viene de fábrica por miedo a perder información valiosa. Sin embargo, como veremos, tener ese número expuesto no solo es innecesario, sino que puede tener consecuencias inesperadas. Con el tiempo, además, la pegatina puede empezar a deteriorarse, dejando residuos pegajosos en la parte trasera del teléfono o incluso desprendiéndose parcialmente, lo que, objetivamente, afecta a la estética del dispositivo.

Un iPhone con una funda transparente que todavía no ha sufrido el paso del tiempo
Un iPhone con una funda transparente que todavía no ha sufrido el paso del tiempoUnsplash

El IMEI es tu DNI para el móvil (y un riesgo en las manos equivocadas)

Aquí viene la parte importante: ¿qué es exactamente el IMEI y por qué no debería estar a la vista de todo el mundo? El IMEI (International Mobile Equipment Identity) es, ni más ni menos, que el "Documento Nacional de Identidad" de tu teléfono móvil. Es un número único de 15 a 17 dígitos que identifica de forma exclusiva a tu dispositivo a nivel mundial. Piensa en él como la matrícula de tu coche, pero para tu smartphone. Cada teléfono tiene uno y es irrepetible.

Este número es crucial para varias funciones legítimas: lo utilizan los operadores para identificar tu teléfono en su red, para bloquearlo si lo pierdes o te lo roban, y es un dato que puede ser requerido para ciertas gestiones de garantía o servicio técnico. Sin embargo, si este número cae en las manos equivocadas, puede acarrear varios riesgos importantes para tu seguridad y privacidad:

  • Robo de identidad y fraude: aunque es un proceso complejo y no es tan sencillo como duplicar una llave, si alguien obtiene tu número IMEI, podría, en teoría, intentar usarlo para clonar tu teléfono o para realizar actividades fraudulentas. Al tener el número expuesto y visible, la probabilidad de que alguien malintencionado lo obtenga aumenta considerablemente. Esto podría llevar a que un atacante intente suplantar tu dispositivo en la red o utilizarlo para fines ilegales.

  • Facilita el robo y la reventa ilegal: un ladrón que se apodera de tu teléfono y encuentra la pegatina del IMEI a la vista, tiene una ventaja importante. Puede usar ese número para verificar la autenticidad del teléfono y, en algunos casos, incluso para intentar desbloquearlo o venderlo más fácilmente en el mercado negro. Además, si tu teléfono es robado, el IMEI es la clave que necesitas para reportarlo a tu operador y solicitar el bloqueo del dispositivo. Si el ladrón ya tiene esa información al llevarse el teléfono, podría intentar adelantarse a tus movimientos o usarla a su favor.

  • Pérdida de privacidad: si bien el IMEI por sí solo no revela tu información personal directamente (no te dice tu nombre o tu dirección), en manos equivocadas, puede convertirse en un eslabón crítico. Combinado con otras técnicas de ingeniería social o con bases de datos comprometidas, el IMEI podría ser utilizado para conectar tu dispositivo a otros datos tuyos, construyendo un perfil más completo sobre ti o tu actividad. Es un pequeño fragmento de información que, en un puzzle mayor, podría ser relevante para un ataque dirigido.

¿Qué hacer con la pegatina? La solución sencilla y segura

Piensa en la pegatina del IMEI como una parte más del envoltorio que cubre tu nuevo teléfono nada más sacarlo de la caja por primera vez
Piensa en la pegatina del IMEI como una parte más del envoltorio que cubre tu nuevo teléfono nada más sacarlo de la caja por primera vezDifoosion

Después de ver los riesgos que implica, la recomendación es clara y sencilla: lo más aconsejable es retirar la pegatina del IMEI de la parte trasera de tu móvil. No la necesitas ahí.

Una vez la retires, puedes guardarla en un lugar seguro y accesible. La caja original del teléfono es un buen sitio, junto con el resto de la documentación. También es una muy buena idea anotar el número de IMEI en algún otro sitio seguro, ya sea en un documento físico (un papel en tu cartera, en tu diario) o en un documento digital (en un archivo protegido con contraseña en tu ordenador, o en una nota segura en la nube, en tu gestor de contraseñas...). Así, lo tendrás a mano en caso de que lo necesites (por ejemplo, si te roban o pierdes el teléfono y debes reportarlo y bloquearlo), pero sin que esté expuesto a miradas ajenas.

Además, si en algún momento necesitas consultar el IMEI de tu teléfono y ya has quitado la pegatina, no te preocupes. Hay una forma universal y rapidísima de hacerlo: simplemente, marca *#06# en el teclado de la app de teléfono de tu dispositivo. El número aparecerá en la pantalla al instante. Así de simple.

En resumen, la pegatina del IMEI en la trasera del móvil, un detalle tan común y aparentemente inofensivo en nuestro día a día, es un claro ejemplo de cómo pequeños descuidos pueden tener consecuencias imprevistas en la era digital. Lo que para muchos es una muestra de comodidad o desconocimiento, puede acabar siendo una vulnerabilidad. Retirar esa pegatina es un gesto mínimo, pero con él, darás un paso importante para proteger tu privacidad y la integridad de tu dispositivo. No dejes que la comodidad o el desconocimiento te jueguen una mala pasada.