Liderazgo

Steve Wozniak, cofundador de Apple, revela su fórmula secreta para la felicidad (y es más simple de lo que imaginas)

Frente a quienes se dejan llevar por la ambición profesional, la mirada del ingeniero y programador estadounidense sobre el éxito se basa en cuestiones más cotidianas

Steve Wozniak
Steve Wozniak, cofundador de AppleDifoosion

La tendencia general lleva a pensar que aquellos que se involucran de lleno en el mundo tecnológico ven como éxito convertir en referencia aquello en lo que trabajan. Puede que haya parte de razón, pero también existen exponentes que tratan de restar importancia y responsabilidad a esa búsqueda de reconocimiento como medida para calibrar su felicidad.

Es más, hay quienes alertan de los peligros que puede haber detrás del éxito, como Bill Gates, y hay quienes relativizan y separan de forma muy marcada la felicidad personal con la valía profesional, como es el caso de Steve Wozniak, cofundador de Apple.

Valorar los gestos cotidianos del día a día

Para quien compartiera los primeros pasos de la compañía de Cupertino junto a Steve Jobs, la felicidad no radica en las innumerables barreras que ha conseguido superar Apple ni en las cifras de ventas que ha logrado establecer. Tampoco en el beneficio económico que esas cuestiones le han podido generar. La lectura de lo que es la felicidad para Steve Wozniak es mucho más sencilla, más simple, más cotidiana y, lo más importante, está más al alcance de todo el mundo.

Y con esa familiaridad de tratar de un modo llano de medir la alegría lo reconoció el propio Steve Wozniak durante la celebración de la Conferencia GOTO 2019 celebrada en la ciudad danesa de Copenhagen. En el marco de una serie de charlas enfocadas en el panorama tecnológico para comprender el panorama cambiante que dibujaba ya por aquel entonces la industria, Wozniak desvió ligeramente el análisis hacia algo que, bajo su opinión, requiere la misma atención que la tecnología: la felicidad.

Steve Wozniak comenzó su reflexión reconociendo que, tiempo atrás, antes de la explosión de Apple, él ya se había planteado cuál sería la base de su felicidad, algo que el éxito de la firma de la manzana no hizo variar: “Lo más importante en mi vida no es el éxito de Apple ni ganar dinero en mi vida. Descubrí mi fórmula cuando mi personalidad se estaba formando, a los 20 años, pensando en las cosas y considerando la contracultura y la guerra de Vietnam. La felicidad son sentimientos, sonrisas y risas, menos ceños fruncidos y tristezas”, expuso de manera humilde Wozniak.

El laboratorio de la vida cotidiana hace la felicidad

Como si de una fórmula química se tratara, el cofundador de Apple desglosó dicha fórmula al público asistente en Copenhagen, y dando la nomenclatura específica de cada elemento señaló que “mi fórmula fue H = S - F. Felicidad = sonrisas - ceños fruncidos, y desde ese día tuve la fórmula de mi propia felicidad en la vida, pasara lo que pasara. Así que estoy muy agradecido por eso hasta el día de hoy; es mi posesión más valiosa”, afirmó.

La firme defensa de su fórmula de la felicidad tuvo sin embargo un momento para una puntualización. Y es que, como el propio Steve Wozniak reconoció, en algún momento tuvo que “adaptar” su receta por una que incluyera algunos elementos adicionales: En algún momento la cambié a H = F3: felicidad = comida (food), diversión (fun) y amigos (friends).

Las tres ‘F’ en escritura anglosajona que para Steve Wozniak completan su visión de lo que es la felicidad. Una fórmula que, pese a esa mínima variante, acompaña al cofundador de Apple desde su juventud y a que ni siquiera el éxito de la firma estadounidense creadora del iPhone ha sido capaz de mejorar ni de superar en la escala de valores de Wozniak.