Tecnología
La vida sobre Marte parece estar un poco más cerca: unas bacterias transforman el suelo marciano en cemento para futuros hogares
La biocementación podría resolver el desafío de edificar en el planeta rojo.

Cuando la primera misión tripulada llegue a Marte, su refugio podría no ser un módulo prefabricado enviado desde la Tierra. En su lugar, podría levantarse directamente con el suelo marciano, gracias a un innovador concepto que se ayuda de microorganismos como constructores.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Milán han presentado un enfoque basado en un sistema microbiano de dos partes. La técnica, llamada biocementación, emplea bacterias para transformar el regolito marciano en un material sólido similar al cemento.
"La construcción basada en biocementación mediante la utilización de recursos in situ (ISRU) que representan una vía sinérgica hacia una presencia humana sostenible en Marte, permitiendo la fabricación robótica de infraestructuras críticas a partir de materiales locales", escribieron los autores en el artículo publicado este martes.
El proceso de biomineralización clave para este proyecto
Transportar materiales desde la Tierra es extremadamente costoso. Enviar un solo kilogramo puede costar decenas de miles de dólares. Llevar acero, vidrio o cemento Portland para construir un hábitat completo resulta impracticable. Además, Marte presenta condiciones hostiles como una atmósfera tenue, temperaturas bajas, presión cercana al vacío y radiación constante.
Por ello, los científicos apuestan por el empleo de los ISRU. La respuesta está en la biomineralización, un proceso biológico que ha modeladopaisajes terrestres durante miles de millones de años. Microorganismos como bacterias, hongos y microalgas producen minerales a través de su metabolismo, como ocurre en la formación de arrecifes de coral. El estudio selecciona microbios capaces de sobrevivir en ambientes extremos (lagos ácidos, suelos volcánicos) para crear un hábitat humano en Marte.
Una "tripulación" microscópica
Con datos de los rovers sobre la composición del regolito, los investigadores evaluaron distintos métodos de mineralización microbiana y concluyeron que la biocementación es el más eficaz. Este proceso produce carbonato de calcio a temperatura ambiente, generando bloques sólidos.
El sistema se basa en la colaboración de dos bacterias: chroococcidiopsis, un cianobacterio extremófilo que soporta condiciones similares a Marte, libera oxígeno y protege a su compañero con una capa viscosa; y la Sporosarcina pasteurii, que secreta una enzima capaz de precipitar carbonato de calcio, uniendo las partículas del regolito en bloques resistentes.
Este modelo ofrece potencial de sostenibilidad. El oxígeno generado podría integrarse en los sistemas de soporte vital de los astronautas, mientras que los subproductos metabólicospodrían aprovecharse en la agricultura marciana.
El avance depende de pruebas con regolito real de Marte, pero la misión de retorno de muestras se encuentra retrasada. El camino hacia la construcción de un hogar marciano es largo y complejo, aunque la investigación muestra que aprovechar procesos biológicos ancestrales puede ser clave para establecerse en el planeta rojo.