
Espacio
India se adelanta a la mayor tormenta solar de la década con su misión Aditya-L1
El observatorio Aditya-L1 permitirá estudiar en tiempo real las violentas explosiones solares que podrían afectar a satélites, redes eléctricas y sistemas de comunicación en la Tierra

El Sol se prepara para un año especialmente agitado. En 2026 alcanzará el pico de su ciclo de actividad de 11 años, un momento en el que sus polos magnéticos se invierten y el astro pasa de una fase tranquila a una auténtica tormenta.
Para la misión india Aditya-L1, lanzada en 2023, será una oportunidad única: observar por primera vez desde el espacio cómo el Sol desata toda su energía.
Según la BBC, los científicos del Instituto Indio de Astrofísica (IIA), dirigidos por el profesor R. Ramesh, esperan registrar un aumento drástico en las llamadas eyecciones de masa coronal (CME), enormes burbujas de plasma que pueden alcanzar velocidades de hasta 3.000 km por segundo y provocar intensas tormentas geomagnéticas en la Tierra.
Aditya-L1 vigilará el Sol en su momento de máxima energía
“En los periodos normales el Sol lanza dos o tres de estas eyecciones al día, pero durante el máximo solar podrían ser más de diez”, explica Ramesh. Estas explosiones no representan una amenaza directa para la vida humana, pero sí pueden afectar gravemente a los satélites, los sistemas GPS, las comunicaciones y las redes eléctricas. En 1989, por ejemplo, una tormenta solar dejó sin electricidad a seis millones de personas en Quebec durante nueve horas.
Aditya-L1, el primer observatorio solar indio, está equipado con siete instrumentos, entre ellos el Visible Emission Line Coronagraph (VELC), su joya científica. Este coronógrafo actúa como una “Luna artificial”, bloqueando la luz del Sol para poder observar de forma continua su corona, la capa más externa, donde se originan las tormentas. A diferencia de otros satélites, puede hacerlo las 24 horas del día y durante todo el año, incluso en épocas de eclipses.
En colaboración con la NASA, los investigadores ya han estudiado una de las mayores eyecciones registradas por Aditya-L1, ocurrida el 13 de septiembre de 2024. Su masa fue de 270 millones de toneladas y su temperatura, de 1,8 millones de grados. Aun así, los expertos la consideran solo una de tamaño medio. Durante el máximo solar, podrían producirse eventos aún más energéticos.
El objetivo de los científicos es anticipar y medir la potencia de las tormentas solaresantes de que lleguen a la Tierra, para poder desconectar temporalmente satélites o proteger infraestructuras críticas. “Cuanto mejor entendamos el comportamiento del Sol, mejor podremos protegernos de él”, afirma Ramesh.
Aditya-L1 no solo representa un salto científico para la India, sino también una pieza clave en la observación global del clima espacial. En 2026, cuando el Sol esté en su punto más violento, esta misión podría convertirse en la primera en captar con todo detalle cómo nace una tormenta solar y cómo sus ondas viajan hasta nuestro planeta.
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