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Cinco preguntas que debes hacerte para descubrir un bulo sobre el coronavirus

En pocas semanas se han creado más de 1,5 millones de cuentas en redes sociales destinadas a difundir noticias falsas

Uno de los bulos distribuidos recientemente por WhatsApp
Uno de los bulos distribuidos recientemente por WhatsAppLa Razón

En un momento en el que la información fiable y contrastada es fundamental para enfrentarse a la crisis del coronavirus SARS-CoV-2 que causa la COVID-19, contar con herramientas para evaluar si lo que leemos, desde medios, redes sociales o contactos, es verídico, es fundamental.

Es lo que podríamos llamar distanciamiento digital: una estrategia para impedir que los virus de la mala información se transmitan. Y para ello basta hacerse cinco preguntas cuando estemos ante una información.

1. ¿Cuál es la fuente?

Este es el quién de la noticia. Hay que examinar, primero, si la información proviene de un medio de comunicación, segundo si los datos corresponden con los que publican organismos oficiales. Tercero: el autor, quien firma la noticia, ¿es una persona real? ¿Tiene antecedentes en el ámbito de la información? Recibimos muchos comunicados, fotos y vídeos en redes sociales o en WhatsApp, una alerta de posible bulo es la famosa etiqueta de Reenviado. Debería servir como alerta.

2. ¿Qué dice la noticia?

No basta leer el titular que puede estar influido por la necesidad de visitas a la web o ávido de difundirse. Hay que leer toda la noticia para comprender de qué va. Lamentablemente muy a menudo en estos tiempos se busca más el impacto que la información.

3. ¿Coincide con lo que pienso?

Tenemos un sesgo propio que nos lleva a creernos mucho más aquello que coincide con nuestro punto de vista que lo que cuestiona nuestra visión. Pese a ello deberíamos ser lo suficientemente maduros en términos tecnológicos y digitales como para evitar darle al like, retweet o enviar a noticias sin preguntarnos antes si es razonable lo que nos están contando.

4. ¿Qué fecha tiene?

Es muy fácil copiar un texto de hace cuatro años o una foto del pasado y darla con una fecha reciente, cambiando por completo el contexto de la información… o desinformación. Para descubrirlo, basta poner en un buscador las palabras claves y detectar cualquier coincidencia.

5. ¿Creo lo que veo?

Actualmente es muy fácil editar un vídeo y no hablamos de ponerle efectos especiales, sino simplemente de cortar una parte, como si minimizáramos una imagen. Si, por ejemplo, dejamos a un político o un experto elaborando una respuesta, basta que en el titular cambiemos la pregunta para que el personaje hable sobre algo que en verdad nunca respondió. Un ejemplo muy claro es, si a un científico se le pregunta sobre las estrategias que tomarán en el futuro y luego se corta la pregunta y se dice: “Esto es lo que Menganito ha dicho que ha hecho su Gobierno hasta ahora”, hay una clara manipulación…aunque veamos que efectivamente el científico responde. La clave es ver todo y tener pensamiento crítico…aunque la respuesta no siempre nos guste,