US Air Force
Así es el T-7A Red Hawk, el nuevo avión de entrenamiento de la Fuerza Aérea de Estados Unidos
Sus vibrantes colas rojas son un tributo a los aviadores de Tuskegee, los primeros pilotos militares estadounidenses afroamericanos durante la Segunda Guerra Mundial.
La compañía estadounidense Boeing y la Fuerza Aérea de Estados Unidos completaron el pasado miércoles el vuelo inaugural del primer T-7A Red Hawk, marcando así el inicio de la fase de desarrollo de ingeniería y fabricación (EMD) del programa. Durante el vuelo, que se prolongó una hora y tres minutos, el Mayor de la Fuerza Aérea de EE. UU. Bryce Turner, 416th Test Squadron, y Steve Schmidt, jefe de pilotos de pruebas del Boeing T-7, validaron aspectos clave de la aeronave y demostraron su potencia y agilidad por primera vez.
El avión es uno de los cinco que se entregarán al Comando de Educación y Entrenamiento Aéreo de la Fuerza Aérea para realizar más pruebas. Las vibrantes colas rojas del T-7A son un tributo a los aviadores de Tuskegee, los primeros pilotos militares estadounidenses afroamericanos que volaron cazas de cola roja durante la Segunda Guerra Mundial.
“El rendimiento estable de la aeronave y su cabina y sistemas avanzados cambian las reglas del juego para los estudiantes pilotos e instructores de la Fuerza Aérea de EE. UU. por igual. Hemos recorrido un largo camino en el entrenamiento desde que los modelos a seguir de mi familia volaron”, dijo Turner, cuyo abuelo y padre fueron pilotos de combate de la Fuerza Aérea de EE. UU.
El T-7A, que reemplazará al antiguo avión T-38 de la Fuerza Aérea, mejorará el entrenamiento de los combatientes a través de:
- Preparación mejorada del piloto: el nuevo sistema avanzado de capacitación de pilotos utiliza sistemas y simuladores de capacitación basados en tierra de alta resolución para brindar capacidades de capacitación sólidas y realistas integradas en vivo, virtuales y constructivas.
- Seguridad: la ingeniería basada en modelos permitió realizar pruebas en todo el diseño y la construcción de la aeronave para ayudar a garantizar la seguridad antes del primer vuelo. El sistema de salida de la cabina del T-7A es el más seguro de todos los entrenadores.
- Flexibilidad para cualquier misión: con un software de arquitectura abierta y controles digitales fly-by-wire, el T-7A admite la capacitación de una amplia variedad de pilotos de caza y bombarderos y puede evolucionar a medida que cambian las tecnologías, las amenazas y las necesidades de capacitación.
“Este primer vuelo con la Fuerza Aérea representa el compromiso de nuestro equipo de brindar un nuevo nivel de seguridad y capacitación para pilotos de aviones de combate y bombarderos”, dijo Evelyn Moore, vicepresidenta y gerente de programas de Boeing T-7 Programs. “Seguimos enfocados en formas de ingeniería para preparar mejor a los combatientes para las demandas cambiantes de la misión y las amenazas emergentes”.
“Este es un momento emocionante para todo el equipo”, dijo el coronel Kirt Cassell, gerente del programa T-7A Red Hawk de la Fuerza Aérea de EE. UU. “El diseño digital del Red Hawk que integra capacidades de entrenamiento avanzadas mejorará drásticamente el entrenamiento de pilotos para la próxima generación de pilotos de caza y bombarderos”.
El T-7A pasó del concepto firme a las pruebas de vuelo en 36 meses. Una combinación de ingeniería basada en modelos, diseño 3D y fabricación avanzada aumentó la calidad a la primera en un 75% y redujo las horas de montaje en un 80%. En 2018, la Fuerza Aérea otorgó a Boeing un contrato de 9.200 millones de dólares para fabricar 351 entrenadores avanzados T-7A y 46 simuladores. El T-7A
El Boeing-Saab T-7 Red Hawk, inicialmente conocido como Boeing TX (más tarde Boeing-Saab TX), es un jet de entrenamiento avanzado supersónico estadounidense/sueco producido por Boeing con Saab. El 27 de septiembre de 2018, la Fuerza Aérea de EE. UU. lo eligió para el programa TX para reemplazar al Northrop T-38 Talon como el entrenador de jet avanzado del servicio.
El T-7B es una variante propuesta para el programa de aviones sustitutos tácticos de la Armada de los Estados Unidos, con una posible venta de 64 aviones.
España busca su avión de entrenamiento
Recientemente, el gigante aeroespacial franco-germano-español Airbus ha optado por sumar fuerzas con su competidor italiano Leonardo en el ámbito de los aviones militares de entrenamiento. El primero deja de este modo atrás sus planes de desarrollar un entrenador propio, pensado en buena medida para el mercado español, conocido como AFJT (siglas en inglés de futuro reactor entrenador de Airbus), y derivará sus esfuerzos en aprovechar la experiencia de Leonardo en este tipo de aparatos con su M-346, ya en servicio.
Ambos grupos firmaron un memorando de entendimiento “para promover conjuntamente los sistemas de formación integrados y estudiar las soluciones futuras con las que hacer frente a los desafíos del dominio del aire”. La alianza, detalla Airbus en un comunicado, contempla que ambas compañías “abordarán y buscarán conjuntamente oportunidades comerciales para la provisión de sistemas de capacitación avanzados aprovechando la experiencia comprobada del M-346”. Sobre este modelo, la fuente recuerda que ya acumula más de 100.000 horas de vuelo.
Además, “también explorarán la profundización de los lazos y la cooperación industrial para abordar futuros dominios de entrenamiento de pilotos militares”. Y todo “basado en la cooperación y sinergias en plataformas y programas específicos, también en el marco de una colaboración europea e internacional más amplia”.
Un mercado europeo de 400 aparatos en 20 años
Se da la circunstancia de que el M-346 es uno de los candidatos al futuro programa del Ejército del Aire y el Espacio español para sustituir su actual flota de aviones F-5 del Ala 23. De hecho, un estudio realizado por el Centro Universitario de la Defensa de San Javier (Murcia) concluyó que el M-346 es la mejor opción para reemplazar desde esta década a los viejos cazas F-5 españoles, tal y como recogió Infodefensa.com hace tres años.
Airbus estima que el mercado europeo de formadores avanzados “supondrá en total más de 400 entregas de nuevos aviones en los próximos 20 años, más 12.000 millones de euros adicionales para la prestación de servicios de formación de pilotos avanzados”.
En marzo, Defensa anunciaba que invertirá 25 millones entre 2023 y 2024 para garantizar la operatividad de los 19 F-5M Freedom Fighter, que están en el Ala-23 de la Escuela de Instrucción de Caza y Ataque de Talavera la Real (Badajoz), durante los próximos cinco años, hasta 2028, cuando está prevista la llegada del sustituto de este avión. El objetivo es poner a punto la aviónica y los motores. Estos aviones fueron sometidos a un proceso de modernización a principios de este siglo para ampliar su vida. Dos décadas después, su reemplazo es una de las prioridades.
Por su parte, la secretaria de Estado de Defensa, Amparo Valcarce, ha insistido varias veces en que el sustituto del F-5 estará en servicio en 2028. En 2024, subrayó, el programa para la adquisición de un nuevo avión “ya estará maduro”, lo que garantizará, continuó, que “en 2028 estarán en el país los nuevos aviones para la formación de nuestros pilotos de caza y ataque”. Según Valcarce, “la necesidad de sustituir el F-5 está priorizada en el marco del proceso de planeamiento militar y de elaboración y revisión del Objetivo de Capacidades Militares”.
De cara a este 2023, apuntó la Sedef, la Dirección General de Armamento y Material (DGAM), el órgano del Ministerio de Defensa responsable de las adquisiciones, efectuará una serie de actuaciones entre las que destacan el análisis de los aspectos industriales “que puedan condicionar las alternativas de obtención”, aspectos tecnológicos y ambientales o las posibles colaboraciones con otros países europeos a nivel industrial. “Siempre que sea posible se negocia que una inversión tan importante como esta tenga retornos económicos para España (…) y que los desarrollos tecnológicos influyan en el tejido industrial español, en la I+D y en la colaboración con los sistemas de ciencia e innovación”, agregó la secretaria de Estado de Defensa.
Principales opciones
Defensa todavía no ha dado pistas sobre el posible avión que podría sustituir a los F-5. Entre las opciones que existe en el mercado se encuentra el reactor M-346 de la italiana Leonardo o el T-50 de la coreana KAI. También se ha especulado con la opción de pasar al PC-21, un turbohélice ya en servicio en el Ejército del Aire y del Espacio, que fuerzas aéreas vecinas como la francesa utilizan para formar a sus pilotos de caza. ¿Podría el nuevo avión estadounidense pasar a ser una posibilidad? Por el momento es una incógnita, pues no se sabe si será un aparato que se exporte y, por otro lado, España necesita cuanto antes el sustituto del F-5 y el entrenador de Boeing está aún en pleno proceso de pruebas, por lo que aún tardaría unos años en estar plenamente operativo y probado.
De entre todos estos, el que más posibilidades tiene a priori, es el M-346, tanto por sus características como por estar en servicio en varios países con muy buenos resultados. Así, Italia cuenta con 22 unidades en servicio; 30 en Israel; 12 en Singapur; 16 en Polonia... y además hay encargos también de las fuerzas aéreas de Egipto, Nigeria o Azerbayán.
Y es que, el Aermacchi M-346 de Leonardo es uno de los entrenadores a reacción más avanzados y ha sido diseñado para una amplia gama de capacidades de entrenamiento, confiabilidad a largo plazo y operaciones rentables. Una de las claves del avión es su Sistema de Entrenamiento Integrado, tecnológicamente muy avanzado, que permite entrenar a los pilotos de los aviones de nueva generación. Se trata de un aparato de dos motores y asientos en tándem con un sistema de control de vuelo Fly-By-Wire de cuatro canales, sistemas principales redundantes, aviónica de última generación con la última interfaz hombre-máquina con pantallas multifunción (MFD), Pantallas Head-Up (HUD), controles Hands On Throttle And Stick (HOTAS), características de seguridad en vuelo como PARS (Sistema de recuperación de actitud activado por piloto). Una APU (unidad de potencia auxiliar) proporciona operaciones autónomas.
Su sistema de entrenamiento táctico integrado (ETTS) permite que el M-346 emule sensores, armas, fuerzas generadas por computadora (CGF) a bordo, además de permitir a los pilotos interactuar en tiempo real con un escenario táctico virtual en un Live (avión en vuelo), Virtual (simuladores) y Constructivo (ETTS) - ambiente LVC, mejorando aún más la flexibilidad y la reducción de costos.
Además, la amplia envolvente de vuelo, la alta relación empuje-peso y la maniobrabilidad permiten que el M-346 ofrezca un manejo similar al de los aviones de combate de próxima generación, como el Eurofighter Typhoon o el F-35. No debemos olvidar que Italia, por ejemplo, cuanta con los mencionados F-35 de quinta generación y sus pilotos se entrenan con este avión. Esto maximiza la eficacia de la enseñanza y permite que las horas de vuelo se descarguen desde aviones de primera línea mucho más costosos en las Unidades de Conversión Operacional.
El moderno Human-Machine Interface (HMI) y la avanzada suite de gestión de misiones ofrecida por la Embedded Tactical Training System (ETTS) del M-346, capaz de generar un escenario táctico con amenazas y objetivos, fuerzas originadas por computadora (amigas o enemigas), sensores y armas a bordo hacen que el Master sea realmente representativo entre la última generación de aviones de combate. La calidad y las características superiores del M-346 contribuyen a maximizar la efectividad de la enseñanza y a permitir la descarga de horas de vuelo desde la unidad de conversión operacional (OCU) a la unitad de entrenamiento de, en el rol de Lead In Fighter Trainer (LIFT).
Además, los niveles de rendimiento del M-346, las características de vuelo, los sistemas de bordo y los cinco puntos clave (tres en mojado) también ofrecen capacidades significativas como instructor acompañante, de Red Air y, cuando está armado para roles operativos, de “Policía aérea”. Los Operadores se benefician de un concepto de mantenimiento de dos niveles (Organizativo e Intermedio) para aeronaves, equipos y sistemas. El sistema de monitorización de salud y uso (HUMS) y el sistema de salud estructural (S-HUMS) permiten el monitoreo y la recopilación de datos de los equipos a bordo y de la estructura del avión.
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