
Tecnología militar
China convierte cazas soviéticos de los años 50 en drones armados con bombas de 250 kilos
El EPL ha mostrado un J-6, que es la designación china del MiG-19 de la Unión Soviética, reconvertido en dron de ataque en una exhibición aérea

El Changchun Air Show es una feria de aviación que organiza el Ejército Popular de Liberación (EPL) y ayer finalizó en el noreste de China. Tiene un carácter propagandístico y en ella el EPL muestra los avances de su aviación militar, que este año incluyen un caza, o dron, insólito: un antiguo caza de la era soviética convertido en dron de combate. Según informa South China Morning Post, se trata de un desarrollo que podría permitir ataques masivos con drones en un eventual conflicto sobre Taiwán.
El UAV se ha desarrollado a partir de un caza que tuvo su época de gloria durante la Guerra Fría y fue retirado definitivamente por el EPL en 2005, el J-6. Su debut público confirma las especulaciones sobre la conversión de su gran reserva de J-6 en plataformas no tripuladas por parte de Pekín.
China fabricó miles de J-6, designación china del MiG-19 soviético, entre las décadas de 1960 y 1980, después de que la URSS le transfiriera la licencia de producción a finales de los años 50. En su época fue la columna vertebral de la Fuerza Aérea del EPL, pero este caza supersónico de segunda generación es mucho más lento y menos capaz que los aviones actuales.

El J-6 alcanza una velocidad máxima de Mach 1,3, tiene un radio de combate de unos 700 kilómetros y puede transportar bombas de hasta 250 kilos. También cuenta con tres cañones NR-30 de 30 mm y puede equiparse con misiles aire-aire PL-2 y PL-5.
La conversión elimina todos los sistemas relacionados con la tripulación, como los asientos eyectables y los tanques auxiliares, e incorpora un sistema de control de vuelo autónomo, piloto automático y navegación por correlación de terreno. También añade estaciones adicionales de armas.
La exhibición describía la aeronave como capaz de operar tanto como plataforma de ataque como blanco en entrenamientos. China viene utilizando estos cazas en prácticas antiaéreas como dron objetivo desde los años 90. Según la información expuesta en el Changchun Air Show, el primer J-6 no tripulado ya voló en 1995.
China cuenta con 3.000 J-6 almacenados
Pese a las décadas transcurridas, China aún mantiene una gran flota de J-6 que convierte este programa de conversión a drones de ataque en una opción rentable para una guerra de desgaste. Algunas estimaciones sitúan el inventario restante de China en unos 3.000 J-6 almacenados. Esto no quiere decir que continúen siendo aptos para volar como cazas tripulados, pero pueden servir como fuente de repuestos o ser reconvertidos en drones.

En un escenario de conflicto con Taiwán, los drones podrían emplearse en enjambres para ataques de saturación o como señuelos para revelar emplazamientos de defensa aérea.
Además, aviones a reacción de tamaño completo, con aviónica moderna mínima, pueden ser menos vulnerables a interferencias electrónicas o a armas de energía dirigida que suelen emplearse contra drones más pequeños.
Preocupación en Taiwán
En Taiwán, comentaristas militares han expresado su preocupación por este uso de los J-6. 'No me asustan los Dongfeng [misiles balísticos], me preocupa este dron', afirmó la semana pasada en CTiTV el teniente general retirado Shuai Hua-ming. 'Cientos o incluso miles de estas aeronaves podrían llegar en enjambre, lo cual sería más aterrador que los misiles', dijo, señalando que interceptarlos con misiles Patriot de fabricación estadounidense resultaría muy costoso, recoge SCMP.
Song Zhongping, exinstructor del EPL y comentarista militar, ha declarado a medios chinos que la aeronave podría actuar como vanguardia de un asalto sobre Taiwán, obligando a la isla a usar interceptores caros como los mencionados Patriot o los misiles chinos Tien Chien-2.
'En caso de conflicto, no se puede garantizar plenamente la seguridad de los aviones tripulados, y el coste de perderlos sería elevado. Se necesitan aeronaves no tripuladas para suprimir y desgastar las defensas aéreas', señala Zhongping, añadiendo que la solución más sencilla y rentable es usar el J-6 como dron kamikaze.
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