Tecnología militar

Así es el dron cuyo motor funciona con ondas de presión y no tiene partes móviles

El sistema de propulsión es generalmente el componente más caro y en este caso se trata de una mejora sustancial.

Drones
Un motor a ondas de presión en un dron convencionalWave Engine Corp.Wave Engine Corp.

En toda máquina con motor, uno de los grandes desafíos es el sistema de propulsión, los componentes móviles que sufren desgaste y necesitan reparaciones a menudo. Y esto es más patente aún en los drones utilizados en entornos militares. Recientemente, Wave Engine Corp., expertos en tecnología de propulsión y sistemas aéreos asequibles de próxima generación, han demostrado la capacidad de vuelo de un vehículo autónomo utilizando un motor a reacción, específicamente uno que funciona con ondas de presión y que no requiere piezas móviles.

El vuelo de demostración incluyó despegue, ascenso, crucero y aterrizaje autónomos. El sistema de propulsión es generalmente el componente más caro y complejo de un avión a reacción, y este desarrollo tecnológico supone importantes mejoras en el coste y la rápida productividad de los futuros aviones a reacción. Los motores de ondas son una clase de motores de avión que funcionan mediante ondas de presión en lugar de maquinaria giratoria. La combustión intermitente dentro de un tubo hueco produce ondas de presión que impulsan los gases calientes y producen el empuje necesario.

En el caso de este dron, la tecnología permite altas velocidades y una reducción de orden de magnitud en el coste y la complejidad de la propulsión a reacción, lo cual es un detalle crítico para un número cada vez mayor de aplicaciones que requieren aviones a reacción asequibles y de rápida producción. Para el vuelo de demostración, se utilizó un motor de ondas de presión de más de 222+ N como único motor en un UAV convencional, de unos 45 kilos. También se demostró el arranque instantáneo remoto con combustible líquido como parte de la secuencia de vuelo.

La compañía ha desarrollado motores que llegan a los 1112 N de empuje máximo, adecuados para un peso máximo de 450 kg, y ha demostrado su funcionamiento con gasolina/gasolina. (87 octanos), combustible a base de queroseno (Jet-A/JP-8) y biocombustible sostenible a base de etanol (E85). Las velocidades que alcanzaron llegaron a superar los 300 km/h, cifra que estuvo limitada por las restricciones propias de las instalaciones en las que se llevó a cabo la prueba. Durante la prueba también se demostró que el motor reduce mucho el consumo de combustible, comparado con otros sistemas.

Este tipo de motores, en los entornos militares de alta exigencia y poca disponibilidad de repuestos o herramientas, un dispositivo con pocas o ninguna pieza móvil, resulta una verdadera ventaja.