
Minería
Ni hierro ni petróleo: España posee el único yacimiento de coltán de Europa
Durante su funcionamiento, la mina ha generado hasta 130 puestos de trabajo directos y su actividad supone la base económica para decenas de familias en la zona

En los tranquilos montes de la provincia de Ourense, en Galicia, se esconde un recurso estratégico de enorme valor para la industria tecnológica: el coltán. Bajo el modesto municipio de Viana do Bolo, en la pequeña aldea de Penouta, emerge el único yacimiento de este mineral en explotación de toda Europa.
El coltán es esencial para la fabricación de componentes electrónicos fundamentales como los condensadores de tántalo, presentes en móviles, ordenadores, satélites y equipos médicos. Su capacidad para almacenar y liberar energía lo hace indispensable en la electrónica avanzada y la Unión Europea lo ha calificado como mineral estratégico por su relevancia y su escasa disponibilidad.
La mina de Penouta inició su actividad en 1929 enfocada en el estaño y el wolframio. Tras décadas de funcionamiento irregular, Strategic Minerals Spain (filial de una compañía canadiense) reactivó la explotación en 2018 con un modelo sostenible: la recuperación de minerales valiosos a partir de residuos mineros antiguos. Esta apuesta por la economía circular reduce la necesidad de abrir nuevas minas y reutiliza escombreras y balsas acumuladas durante décadas.
Entre los elementos diferenciadores del proyecto está su compromiso con la minería responsable. El coltán extraído en Penouta está acreditado como 'libre de conflicto', lo que implica que no existe en él la vinculación a conflictos armados o trabajos forzados, en contraste con el origen de la mayor parte de este mineral a nivel global, principalmente de África Central.
Impacto social y económico en la comarca
La actividad minera ha tenido un efecto revitalizador en la economía local. Durante su funcionamiento, la mina generó hasta 130 puestos de trabajo directos y su actividad suponía la base económica para decenas de familias en Viana do Bolo y alrededores. El empleo generado y la fijación de población en una comarca rural han sido defendidos por instituciones y asociaciones de la zona como argumentos clave a favor de la continuidad del proyecto.
La huella ambiental y los límites legales
Sin embargo, la cercanía de la mina al espacio protegido de Peña Trevinca, adscrito a la Red Natura 2000, ha planteado un enorme reto ambiental. En 2023, tras varias denuncias encabezadas por Ecologistas en Acción, el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia anuló los permisos otorgados por la Xunta, citando la ausencia de una evaluación exhaustiva del impacto sobre el entorno, el agua potable y la salud pública. Análisis independientes detectaron niveles excesivos de metales pesados en cursos de agua cercanos y la explotación quedó paralizada de manera cautelar.
La suspensión judicial, aún bajo apelación, supuso graves pérdidas económicas para Strategic Minerals, que anunció insolvencia tras perder más de 2,5 millones de euros en el primer semestre de 2024. Los trabajadores salieron a la calle y el debate sigue vivo entre quienes defienden la viabilidad industrial y quienes priorizan la protección ambiental.
El futuro de la mina
Actualmente, dos empresas gallegas han formalizado ofertas para adquirir la explotación, proponiendo la recolocación paulatina de parte de la plantilla si se reanudan los trabajos bajo nuevos estándares ambientales. El futuro del yacimiento dependerá del desenlace judicial, la aprobación o no de los permisos correspondientes y la capacidad para satisfacer las exigencias sociales y ambientales.
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