Ciberdelincuencia
La OCU advierte contra 4 tipos de estafas que están al caer
Tras las últimas filtraciones de datos personales, los hackers tienen mucha información. Estas son las claves para identificar los intentos de estafas online.
En las últimas semanas, hemos visto cómo grandes empresas han sido hackeadas y sus datos vulnerados. Banco Santander, Iberdrola, Decathlon y Ticketmaster son algunas de ellas. Con estos datos, los ciberdelincuentes ya tienen cómo contactar con nosotros y parte de nuestra información personal. De acuerdo con la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios), este tipo de hackeos suele anticipar intentos de estafas masivas, donde se suplanta la identidad de empresas bien conocidas para conseguir los datos bancarios del cliente y realizar cargos a su costa.
El modus operandi de estas estafas online es muy parecido: aprovechando la filtración del nombre, los datos de contacto y la vinculación del usuario con la empresa hackeada, el ciberdelincuente envía un falso email (así se inicia el phishing) o un falso SMS (el smishing) haciéndose pasar por personal de esa misma empresa. Esta comunicación insta a hacer clic en un enlace que simula ser el de la web oficial con alguna excusa importante, como la detección de un problema de seguridad o el bloqueo de la cuenta bancaria. Una vez dentro de la web, se solicitará a la víctima sus datos y claves bancarias como la única forma de solucionar ese supuesto problema. Estas son las dos primeras técnicas.
La tercera de ellas es la conocida como vishing y es muy similar, solo cambia el canal. En lugar de enviar un correo electrónico falso, el ciberdelincuente llamará a la víctima haciéndose pasar por personal de la empresa hackeada para pedirle sus datos bancarios con excusas parecidas. Hay casos en los que los suplantadores están realmente bien preparados y utilizan un lenguaje perfectamente elaborado, con todo tipo de tecnicismos y aclaraciones, lo que aumenta sus probabilidades de éxito. A esta técnica tan elaborada se la conoce como spoofing.
Para evitar caer en ellas, la OCU recomienda no abrir correos electrónicos o SMS de origen desconocido. Si creemos conocer a quién envió el correo y lo abrimos, no abrir el enlace que nos sugiere. Ante la duda, llame directamente a la empresa correspondiente y consulte si es cierto lo que el correo señala. Si lo que recibe es una llamada pidiendo sus datos bancarios, sepa que es falsa, ninguna empresa o banco pide esa información por teléfono. Y finalmente se recomienda darse cuenta de un “baño de multitudes” en las redes o lo que es lo mismo: hacer egosurfing. Esto es buscarnos en redes y ver qué información aparece, en qué redes estamos etiquetados y por quién, para saber si alguien más puede tener información que consideramos privada.
Ante la duda hay que recordar que la Autoridad Bancaria Europea no solo define como fraudulentas las transacciones de pago no autorizadas, también aquellas en las que se manipuló al pagador para admitir una orden de pago. Es más, el propio Código Civil, en su artículo 1.265 considera que el consentimiento es nulo si se presta por error. Pero, como siempre, más vale prevenir.
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