«The Stand», la pandemia de Stephen King más inoportuna

En 1978, Stephen King escribió su novela más larga, «The Stand», y también una de las más queridas por los lectores. En ella, un virus similar al de la gripe llamado «Capitán Trips» acaba con el 99% de la población mundial y crea un mundo dividido entre los que continúan su vida apegados a ayudar y aquellos que optan por dejarse llevar por el fin del mundo. Ahora, 43 años más tarde, llega a Starzplay una nueva versión para televisión en nueve capítulos con un gran despliegue de protagonistas y variaciones sobre el texto original, incluidas sus revisiones. Y no, no es oportunista. Ya estaba prevista para su estreno antes de la crisis sanitaria.

Todos los elementos del universo King están presentes en la serie, aunque a veces el lenguaje visual, oscuro y desagradable, puede resultar excesivo. La primera imagen nos hace atravesar un maizal mientras escuchamos el graznar de los cuervos y una voz invita a presenciar el fin del mundo tal y como lo conocemos .El primer episodio, titulado «El final», y donde se nos avisa de que «sobrevivir es solo el principio», muestra a varios de los protagonistas, un joven llamado Harold Lauder (Owen Teague) y su idolatrada ex canguro Frannie Goldsmith (Odessa Young ), que no tendrán más remedio que viajar juntos para encontrar otros supervivientes. En otro lugar, el bueno de Stu Redman (James Marsden), que tuvo contacto con el portador original del virus, un militar de una base de armas biológicas, emprende el mismo camino.

Las visiones

Todos tienen visiones relacionadas con una anciana, llamada madre Abigail, y que está interpretada por Whoopi Goldberg. En el otro lado de la balanza están aquellos que han tenido visiones con el «Hombre oscuro», Randall Flag (Alexander Skarsgård), encarnación del mal con botas de cowboy y con un paraíso de la depravación instalado en Las Vegas. La serie comienza con un ritmo trepidante mientras nos presenta a los personajes con flashbacks recurrentes, que le restan velocidad a la narración, pero enseguida se transforma en una suerte de «The walkind Dead» que refleja la vida cotidiana de los supervivientes. Al principio, la ficción recuerda la crisis sanitaria a la que nos enfrentamos, y la tos, aviso de los primeros síntomas, es una constante bastante agobiante salpicada de momentos desagradables y escenas llenas de cadáveres.

Según la propia serie, estamos ante la lucha entre el bien y el mal por el alma de los supervivientes. Y aunque esta adaptación del libro de King demuestra una buena elección del elenco protagonista, como es el caso del tétrico y angustioso Harold, una auténtica bomba de relojería, la historia dista bastante de la novela y el guión enseña demasiado por dónde van a ir los tiros. Entre otros actores, en la serie podremos ver a Amber Heard, Heather Graham y Greg Kinnear.