Estreno

«El verano en que me enamoré»: Siempre hay una primera vez

Amazon Prime estrenó hace unas semanas esta adaptación de la trilogía bestseller de Jenny Han

El verano en que me enamoré
El verano en que me enamoréAmazon Prime Video

«Cuenta la leyenda que no hay verano sin beso, sin un poquito de resentimiento, “Want to get you off my mind”», dice la canción del dúo español Marlena en una cantinela que de una manera u otra a todos nos recuerda nuestros mejores veranos. Y ese es el valor de «El verano en que me enamoré», la serie que acaba de estrenar Amazon Prime Video y que es la adaptación del primero de los libros de la súper ventas Jenny Han. La serie respira verano, aventuras, amor, desamor, amistad, melancolía y también la dureza de hacerse mayor.

Prime Video sitúa la serie como «un drama multigeneracional que gira en torno a un triángulo amoroso entre una chica (Belly), a punto de cumplir los 16 años, y dos hermanos (Conrad y Jeremiah), los cambios en las relaciones entre madres e hijos y el poder duradero de una fuerte amistad femenina. Es una historia de madurez sobre el primer amor, el primer desamor y la magia de un verano perfecto». Aunque es cierto que la serie es deliciosamente predecible, hay que alabar la naturalidad de los jóvenes actores que viven y respiran los 16, 17 y 18 años. Lola Tung es la actriz que interpreta a Belly, protagonista de la trama, en su primer trabajo que consigue convencer con su timidez y su cálida sonrisa (y su cabeza hecha un lío). Completan el reparto Jackie Chung (Laurel, madre de Belly), Rachel Blanchard (Susannah), Christopher Briney (Conrad), Gavin Casalegno (Jeremiah), Sean Kaufman (Steven), Alfredo Narciso Cleveland), y Minnie Mills (Shayla), con la participación de Colin Ferguson (padre de Belly) y Tom Everett Scott.

Los espectadores se podrán dejar llevar a todas las sensaciones que les sugiera el verano perfecto: el viaje rumbo al sitio de siempre oliendo por la ventanilla los aromas conocidos, llegar al destino de vacaciones con expectativas sin tener en cuenta que el mundo sigue girando en invierno para todos; fiestas en la playa; baños nocturnos; la primera cerveza; el amor platónico y efímero de verano... Y para aquellos que duden del pasteleo de una serie perfecta para ver en esta época y desconectar, a diferencia de en la novela también se desarrollan las tramas que incumben a los adultos, por más que Belly se empeñe también en la serie, en que el pequeño pueblo costero de Cousins Beach solo sea territorio de los niños. Así veremos cómo se enfrentan los padres a las separaciones y divorcios, y también a sus propios miedos y mentiras (y también sus vicios). Además, la calma llega de la mano de los escenarios que en su mayoría son de Wilmington en Carolina del Norte y las playas, en la voz de la propia Jenny Han, están inspiradas en los Hamptons, Cape Cod, Outer Banks y Virginia Beach. Y también la sensación se acompaña con la música, que traslada literalmente a la música del verano con grandes éxitos de Taylor Swift, Billie Elish o Ariadna Grande.

El resto es dejarse llevar por las sensaciones y emociones del primer amor y la primera decepción. Sentir en un momento del verano que habrá que afrontar la vuelta a la realidad sin sabor a sal. La serie, que evidentemente cuenta ya con la renovación para una segunda temporada, aunque ya se desvelan cosas del segundo libro, ha conseguido que sus historias se hayan publicado en más de 30 idiomas. Para la televisión, ha cocreado dos nuevas series basadas en estos libros: «El verano en que me enamoré», que produce y codirige; y la recientemente anunciada serie de Netflix «XO Kitty», un spin off del universo «A todos los chicos», que también producirá y codirigirá.

Subirse a la vida de Belly significa llevarse bien y a matar con su mejor amiga, Taylor («Rain SPencer», que ve cómo su amiga crece sin control, y aunque cada uno de los hermanos es menos creíble por separado en su química con nuestra joven debutante, sí que funcionan las escenas grupales de amistad de verano. Ya fuera en un campamento, en un pueblo con mar o encerrado en las fiestas populares de la ciudad, «El verano en que me enamoré» vive en algún lugar de nuestra memoria, bien resguardado por las primeras veces, pero escondido porque también nos hicimos daño al crecer.