Entrevista
Alberto Rodríguez: «La historia, con mayúscula, está hecha, de personas llenas de contradicciones»
Movistar+ y DLO convencieron al director sevillano para volcarse en la adaptación del libro de Cercas
Alberto Rodríguez (Sevilla, 1971) transmite humanidad. Cada uno de los proyectos en los que se ha volcado ha sido un éxito por su maestría en la dirección y por su profunda convicción de que lo que quiere contar interesa y puede cambiar tu modo de ver el mundo. Tras éxitos como «7 vírgenes», «La isla mínima» y «Modelo 77», el director andaluz se encontró con la decisión de simultanear con el rodaje de «Los tigres», la grabación de la serie adaptación del libro «Anatomía de un instante» de Javier Cercas, al que asegura que le ha gustado y «mucho».
Tenía usted 9 años el 23 de febrero de 1981. ¿Fue consciente de lo que estaba pasando?
Tengo recuerdo de esa noche, porque, aunque tenía 9 años, sabía que algo raro estaba pasando. Primero, porque nos dejaron a mi hermana y a mí ver la televisión a discreción. Y yo estaba ahí sentado con mi hermana, miraba a mis padres y ellos iban para un lado y para otro muy nerviosos, y el teléfono no paraba de sonar. Mi padre era técnico de RTVE y mi madre maestra de escuela. Tenían muchos amigos en el PSOE, en el PCE. Estaba claro quién estaba llamando. Eso lo he reconstruido luego con el tiempo, pero amigos que se iban a Portugal, gente que se iba a montar en un barco ruso para marcharse porque se veía claramente que no se podían quedar. Conciencia creo que tuve una semana después, porque mi primer recuerdo es que todo se convirtió en una bufonada. Hubo mucha broma alrededor del golpe: parodias en televisión y en la prensa; y tengo menos recuerdo de la defensa de la democracia por parte de la población; las manifestaciones no las recuerdo.
Hablas siempre de la historia que «fluye» por debajo de una película o de una serie, ¿cuál es en este caso?
Es que el libro de Cercas es tan rico; es una cosa tan amplía.
Uno se queda con ganas; podría haber hecho 10 capítulos.
Creo que el ejercicio ha estado bien, porque ha sido recortar un libro, que es una catedral inmensa, a algo accesible y, de alguna manera, transportable, que pudiera contenerse en una serie de cuatro capítulos, que era difícil. El esfuerzo ha merecido la pena. Estamos justo en el tiempo para que el espectador lo disfrute. Hay muchas cosas que están en el libro que a mí me parecen fundamentales, por ejemplo, que el golpe no era algo improvisado por cuatro fanáticos. Era una cosa que se veía que venía de lejos y era toda la sociedad. El capítulo que tiene Cercas, que se llama «La placenta del golpe», deja muy claro que cuando se presiona una cosa tan débil como una democracia incipiente, te la estás llevando al abismo y en cualquier momento puede caerse. Otro, el que más me gusta, es lo complicadísimo que son los personajes. Cómo la historia con mayúscula está hecha, al final, de personas llenas de contradicciones. Los momentos históricos se pueden leer de tantas formas... Hay una, por ejemplo, que es fascinante, que no está en la serie, que apunta Cercas en el libro, que es cuando le preguntaban a Gutiérrez Mellado por qué se levantó el día del golpe y se enfrentó a Tejero. Y él decía: «Porque es lo que me enseñaron en la Academia Militar». El director de la Academia Militar cuando él estudiaba era Franco. ¡Es una contradicción tan grande en sí misma! Eso ocurre con todos: con Carrillo, que no sabes si es que ha entendido un momento histórico o está tratando de sobrevivir; ocurre con Suárez, que no sabes si lo está haciendo porque ve claro un futuro en democracia, con unas libertades mucho más amplias, o simplemente por una cuestión personal; de ambición. Si me preguntas por el «río que fluye por debajo», es infinito.
Luis María Anson dice que nos falta por conocer un 5% del golpe y que solo lo sabe el Rey Juan Carlos, ¿lo cree?
Cercas dice que él estuvo, no sé si son 5 o 6 años, informándose sobre esto; dedicándole 8 horas al día. Y sostiene que si te dedicas 8 horas al día durante 5 años a algo, encuentras la verdad y que en el libro está la verdad. Es cierto que mucho no puede no saberse. No hay mucho más. Son muchas cosas que, de manera involuntaria o voluntaria, llevaron al abismo a la democracia. Me refiero a la presión, a las reuniones con los partidos. Todos lo sabían. Y otra realidad que no debemos olvidar es que los militares venían de haber ganado una guerra y continuarla 40 años de dictadura. Y tenían que renunciar a eso.
En su opinión, ¿cree que España ha aprendido de ese episodio?
Estamos en un momento completamente distinto. Y esto sí lo digo ya personalmente: es una sociedad que empieza a estar cada vez más fracturada, más dividida, cada vez más confrontada, por decirlo de alguna forma. Y no está mal que miremos hacia atrás. Porque esto no lleva a nada bueno. Ahora que están olvidándose, prácticamente, los grandes errores del siglo pasado y lo que se hizo para rectificarlos después de la guerra, creo que no es mal momento para mirar hacia atrás. De hecho, la serie me parece interesante en ese sentido.
¿Era importante para la historia crear escenas de hechos pasados al golpe para contextualizar?
Creo que sí. Igual que hablamos de usar el material de archivo. Y me daba la sensación de que era bueno descartarlo. Por ejemplo, lo de los tanques era una complicación muy grande, pero creo que merecía la pena. Al final había uno nada más. Pero me da la sensación de que lo que hace Cercas y lo que íbamos a hacer nosotros es crear una ficción sobre unos hechos reales. Entonces, cualquier cosa que rompiera el relato, cualquier material de archivo iba a llevarnos a otro sitio. Hay unas imágenes durísimas y tristísimas del entierro de los abogados de Atocha que son irreproducibles porque evidentemente, la emoción que hay ahí es brutal. Nosotros hemos reproducido el momento, porque me daba la sensación de que romper el relato era sacar al espectador de una realidad concreta que es esa que estamos contando, que yo no digo que sea ni la verdad ni siquiera que refleje el libro de Cercas en toda su amplitud, porque es casi imposible, pero sí que es una ficción nueva. Que es lo que te llama la atención. Y eso es lo que yo creo que había que romper.
¿Cercas la ha visto?
Sí.
¿Le ha gustado?
Mucho. Me lo ha dicho.
Si pudiera preguntarle a uno de los protagonistas del golpe, ¿a quién sería y qué le preguntaría?
Probablemente a Gutiérrez Mellado. Lo que me parece increíble es la relación que tenía con Suárez, en la que, no sé cómo, él renunció a tantas cosas en las que creía para ayudar a otro, que además estaba renunciando a un montón de cosas. La gran historia de Cercas, que es la historia de estos tres traidores, es lo fascinante del libro, del relato y de la reelaboración de todo. Probablemente le preguntaría por qué accedió a enfrentarse a todos los militares, porque es una barbaridad.