Cuarta etapa
La etapa más salvaje de "Hasta el fin del mundo" coronó a Carrillo y Cifuentes y deja a Jedet en el hospital
La competición cruzó Ecuador y Perú en una etapa de mucho sudor, desierto e, incluso, bajas médicas. Un recorrido que lo cambió todo
La cuarta etapa de "Hasta el fin del mundo" no fue una más. Fueron más de 2.200 kilómetros cruzando de Ecuador a Perú, un recorrido que exprimió física y mentalmente a todos los concursantes. Pero si alguien logró convertir ese agotamiento en una victoria inesperada, fueron Alba Carrillo y Cristina Cifuentes. La modelo y la expresidenta sorprendieron a todos al convertirse en líderes, mientras otras parejas, literalmente, acababan en el hospital.
La etapa arrancó con Rocío Carrasco y Anabel Dueñas liderando, pero el azar las privó de elegir ruta, y eso marcó el resto del camino. Carrillo y Cifuentes, que partían con tensiones internas sin resolver, se impusieron con una estrategia clara: "no parar aunque cueste". Y costó. Vendieron sombreros, durmieron poco, viajaron más de 20 horas en autobús y aún así fueron las primeras en alcanzar la cima de Huacachina, donde rodaron literalmente por la duna, incrédulas ante su propio logro.
La dureza del trayecto no impidió que Aldo Comas y José Lamuño firmaran una remontada gracias a un golpe de suerte: una noche gratis en un hotel de lujo tras negociar con la responsable de marketing. Yolanda Ramos y su sobrina Ainoa mantuvieron el humor y la energía con una buena comida y estrellas por techo. Terceras, con sabor a victoria.
No todos corrieron con la misma suerte. Rocío y Anabel, a pesar del esfuerzo, pagaron caro no haber elegido ruta y llegaron exhaustas al cuarto lugar. Nia y J Kabello, con buen ánimo pero decisiones cuestionables, cerraron su etapa de noche, sin aliento y con olor a pescado tras ayudar a unos pescadores en la costa.
La situación más delicada la protagonizó Jedet. Junto a Andrea Compton, terminó la etapa en el hospital. Enferma desde días antes, resistió hasta el final con fiebre y agotamiento físico. Fue tratada médicamente antes de completar, con un último esfuerzo, una etapa que para ella se volvió un reto de supervivencia. Saldrá en la próxima entrega con más de diez horas de retraso respecto a las líderes.
Con esta etapa, el reality de RTVE deja claro que no es solo un viaje: es una prueba de resistencia, ego, orgullo y hasta salud. Carrillo y Cifuentes, inesperadamente, demostraron que incluso las duplas más improbables pueden brillar cuando las circunstancias lo exigen. Y mientras unas ruedan por la arena, otras luchan por no quedarse en el camino.