
Rumbo a Basilea
Eurovisión 2025: nuestras impresiones de los ensayos de la primera semifinal
Repasamos las dos primeras jornadas de ensayos en el St. Jakobshalle, donde 15 países comenzaron sus preparativos de cara a la primera eliminatoria del festival

Es un hecho: Eurovisión 2025 aterriza la semana que viene en Televisión Española. La 69ª edición del certamen musical europeo viene con las pilas cargadas, con ganas de ofrecer un espectáculo sin precedentes. Artistas de un total de 37 países se subirán al escenario del St. Jakobshalle en Basilea para intentar hacerse con el ansiado micrófono de cristal, prueba indiscutible del triunfo.
Durante el pasado fin de semana, los representantes de los países de la primera semifinal pudieron disfrutar de una primera toma de contacto con el recinto. El martes 13 de mayo, las 15 propuestas de esta eliminatoria se someterán al veredicto de la audiencia. Las diez más votadas accederán a la gran final del sábado 17, y por lo tanto seguirán contando con posibilidades de hacerse con la victoria.
Si bien la Unión Europea de Radiodifusión no emitirá adelantos de cada actuación hasta los segundos ensayos, sí que hemos podido tener un pequeño anticipo de lo que nos ofrecerá cada país. Por esta misma razón, repasamos en este artículo nuestras impresiones acerca de los ensayos de la primera semifinal.
Islandia: Væb - Róa

La primera delegación en inaugurar el escenario ha sorprendido gratamente con su ensayo. El dúo islandés ha sabido elevar su propuesta con una escenografía más completa. Si la actuación en la final nacional levantó al público, la del próximo martes dará un chute de energía para aguantar toda la noche. Se han implementado varias máquinas de humo para potenciar la puesta en escena.
Polonia: Justyna Steczkowska - Gaja

Como si de una enviada por los dioses se tratara, la representante polaca comienza su actuación descendiendo de dos cuerdas. La puesta en escena recrea durante los tres minutos de la canción el nacimiento del universo, con un feroz baile y columnas de fuego de acompañamiento. Polonia fue el país mejor valorado por la prensa durante la primera jornada de ensayos; es de las actuaciones más memorables.
Eslovenia: Klemen - How Much Time Do We Have Left

Una propuesta muy íntima que no dejará indiferente a los amantes de las canciones lentas. El arco frontal del escenario se ilumina con estrellas rojas y azules. El esloveno ha decidido vestirse para la ocasión con un traje negro y una camiseta blanca, haciendo que la canción destaque por encima de lo visual. A mitad de la canción podremos verle cantando boca abajo, sujetado por sus dos bailarines.
Estonia: Tommy Cash - Espresso Macchiato

El artista estonio ha decidido llenar más la escenografía en comparación con la actuación que ya vimos durante la preselección nacional. Junto a sus 4 guardias de seguridad, Tommy Cash se impone por delante de un paisaje alpino que parece llevarle a la tierra de sus sueños. El divertido baile de piernas no decepciona; muchas papeletas para ocupar los primeros puestos en el televoto.
Ucrania: Ziferblat - Bird of Pray

La banda de rock vuelve a la carga con una escenografía renovada. El jardín que pudimos ver en el Vidbir es cosa del pasado; los artistas pasan a ser el centro de atención con su colorido vestuario de los años 70. Las luces de neón iluminarán todo el recinto. Si bien no ha sonado mucho en las quinielas, el voto solidario en masa que Ucrania recibe desde 2022 la aupará muy posiblemente a la gran final.
Suecia: KAJ - Bara bada bastu

Seamos honestos: la expectación con Suecia es máxima. La escenografía del Melodifestivalen llega a Basilea convertida en un paraíso del relax. La fiesta y los láseres no faltan en una propuesta divertida y memorable de principio a fin. Muy posiblemente la ganadora de la semifinal, pero aún es pronto para saber si podrá llevarse el micrófono en la gala del sábado. Todo dependerá de si el jurado tiene misericordia y ganas de volver a Escandinavia el próximo mayo.
Portugal: Napa - Deslocado

Nuestros vecinos están dispuestos a hacernos soñar durante 3 minutos. La atmósfera de ensueño que la banda indie es capaz de crear se consigue principalmente gracias a la fusión entre dos elementos: el vestuario renovado y el fondo de colores celestes. Una propuesta íntima que gustaría mucho a jurado, igual que su predecesora Iolanda. Sin embargo, habrá que ver si la audiencia termina o no soñando.
Noruega: Kyle Alessandro - Lighter

Nuestra ración española en la eliminatoria viene pisando fuerte. A pesar de haber expresado su deseo en cambiar su vestuario, Kyle Alessandro repite armadura para su gran momento sobre el escenario. Con las montañas apocalípticas cerniéndose sobre el equipo de baile, Noruega sabe plantar cara con una coreografía más pulida. Otro de los que muy probablemente veamos en la gran final.
Bélgica: Red Sebastian - Strobe Lights

Bélgica busca redimirse este año, y lo hace aplicando una valiosa lección: no dejes todo para el último momento. Tras el fiasco de Mustii en Malmö, Red Sebastian inunda de rojo el St. Jakobshalle, creando una atmósfera de tensión que rompe al final de la canción. Si bien han reducido los bailarines a tres, el cantante no deja de interactuar y tener presencia desde el principio hasta el mismísimo final. Es de esas propuestas que o sale muy bien o muy mal, sin término intermedio.
Azerbaiyán: Mamagama - Run with U

La pantalla LED recrea varias sombras que imitan a los bailarines, añadiendo una sensación de horizonte. La banda se viste para la ocasión con trajes de cuero negro y rojo, dándole un toque más elegante a la propuesta. La tradición y el amor el sonido azerí es la gran apuesta del país caucásico, que busca volver a una final y recuperar la confianza del público. Entre sus tres últimas semifinales solo ha recibido 15 puntos de televoto.
San Marino: Gabry Ponte - Tutta l'Italia

¿Puede un DJ competir en una final de Eurovisión? Que la eliminatoria sea únicamente de televoto suma puntos a favor del italiano, autor de la banda sonora de Sanremo 2025. La chaqueta plateada de Ponte, lasluces intermitentes y los grafitis pintados en la pantalla LED pretenden dar tres minutos de atención al público más entusiasta. El voto nostálgico (es autor del mítico 'Blue (Da Ba Dee)') puede ayudarle con su propósito.
Albania: Shkodra Elektronike - Zjerm

El momento más étnico de la noche viene de la mano del dúo de electropop albanés. Cambio radical en el vestuario de la vocalista; un vestido rojo de satén crepé la convierte en el centro de todas las miradas. Unas cajas de luces rodean a su compañero, quien protagoniza un segmento de la canción. Albania fue la mejor valorada por la prensa del St. Jakobshalle durante la segunda jornada de ensayos. No sabemos como puede desenvolverse en la final porque nunca habían tenido tanto respaldo (un solo top 5, conseguido en 2012), pero mirar hoteles en Tirana no hace daño a nadie.
Países Bajos: Claude - C'est la vie

La francofonía hace acto de presencia gracias a la propuesta neerlandesa. El traje morado del cantante se funde durante un primer momento con el escenario, donde un trío de cuerda acompaña a la voz. En un momento dado, dos bailarines contemporáneos se unen a Claude en esta oda a la vida. Definitivamente material del jurado, pero hay una pega: la semifinal es 100% televoto. Si pasa a la final será muy probable verlo en la parte alta de la tabla durante las votaciones de los expertos.
Croacia: Marko Bošnjak - Poison Cake

Una sorpresa mayúscula por parte de la delegación ex yugoslava. Una capa larga de piel, hechizos lanzados por el equipo de baile y una densa niebla llaman al público a sumergirse en este mundo de fantasía. El lavado de cara del concepto puede hacer que Croacia destaque más de lo que se esperaba. Actuar de las últimas puede beneficiar a los balcánicos, quienes rozaron la victoria el año pasado.
Chipre: Theo Evan - Shh

La gala cierra con una de las propuestas más ambiciosas de esta edición. La puesta en escena, capitaneada por el español Sergio Jaén, juega con una realización dinámica y llena de adrenalina. El inicio de la actuación nos deja un momento memorable: el cantante y sus bailarines forman el Hombre de Vitruvio gracias a las dos torres de andamios del escenario. Si pasa a la final no hay que quitarle el ojo de encima; puede amasar puntos con el jurado.
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