
Despedida
El funeral más extraño de "Los Simpson": este personaje muere tras 34 años en la serie
Después de décadas de apariciones intermitentes, y de una resurrección que nadie pidió, uno de los rostros más antiguos de Springfield desaparece definitivamente de la historia

Después de 35 temporadas, "Los Simpson" ha decidido cerrar el telón para uno de sus personajes más longevos y, sin duda, más desconcertantes: Alice Glick. Y lo hace con un punto de ironía muy propio de la serie: Glick ya había muerto antes. Concretamente en la temporada 22, cuando una mascota robótica la atacó, dejándola fuera de juego... al menos por un tiempo. Porque Alice, como buena ciudadana de Springfield, tenía la costumbre de reaparecer viva o muerta, según le conviniera al guion.
Pero esta vez no hay trampa ni cartón. En el episodio "De fajas a fajas", emitido en la temporada 37, la mítica organista de la Primera Iglesia de Springfield muere en mitad de un sermón. Una escena tan absurda como definitiva: “Sí, está más muerta que muerta”, han dicho los propios responsables de la serie. Su funeral, por cierto, fue aprovechado para un gesto altruista: dejó su herencia para financiar el nuevo programa de música de la escuela.
Alice Glick debutó en 1991, en el capítulo "Tres hombres y un cómic", donde Bart trabajaba para ella con tal de comprar un cómic de coleccionista. Desde entonces, su personaje fue apareciendo sin hacer mucho ruido, pero ganando un lugar en la memoria colectiva de los fans más veteranos. De hecho, fue interpretada inicialmente por la legendaria Cloris Leachman, y más tarde por Tress MacNeille.
Que nadie se engañe: esto no es una gran tragedia animada, pero sí un síntoma. Los guionistas están haciendo limpieza silenciosa de los personajes secundarios que marcaron la edad dorada de la serie. Primero cayó Larry, ese cliente perpetuo de Moe’s Tavern, y ahora Alice. Los fans no tardaron en notarlo: "Están matando a todos", fue uno de los mensajes más compartidos en X.
Más allá de la nostalgia, lo curioso es cómo "Los Simpson" han manejado esta muerte: una mezcla de sarcasmo y cinismo, como si burlarse de la continuidad narrativa fuera parte del homenaje. Porque si algo ha definido a esta serie es precisamente eso: un mundo donde los muertos vuelven, los niños no crecen y el tiempo es relativo.
Alice Glick no era un personaje principal, pero su desaparición definitiva funciona como un símbolo: el de una serie que, entre homenajes y disparates, sigue renovándose. Aunque a veces, para seguir adelante, tenga que enterrar lo que parecía eterno. Incluso por segunda vez.
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