
Liderazgo
Nadie mueve a «Y ahora Sonsoles» de su trono vespertino
Con 800.000 fieles al día, el programa de Sonsoles Ónega lidera su franja por tercer curso consecutivo en Antena 3

Antena 3 tiene claro que hay cosas que no se tocan. Y entre esas, a juzgar por los resultados, está su confianza en “Y ahora Sonsoles”. El programa que conduce Sonsoles Ónega no solo ha resistido otra temporada más en la franja de la tarde: ha vuelto a dominarla. En su tercera temporada, el magacín cierra el curso como líder absoluto, repitiendo por tercer año consecutivo como el más visto de su género. Con una media de 10,5% de cuota y una audiencia diaria que supera los 800.000 espectadores, ha sabido mantener su posición frente a una competencia que no ha dejado de reconfigurarse.
Este año no fue precisamente un paseo. Desde el inicio de temporada, en septiembre, la batalla por las tardes se endureció, con estrategias constantes por parte de otras cadenas que no escatimaron en cambios de parrilla y nuevos formatos. Sin embargo, “Y ahora Sonsoles” no solo resistió, sino que afianzó su horario ampliado desde las 17:00 horas. Con una emisión diaria de lunes a viernes, el programa se mantuvo firme, siendo líder en más del 60% de los días de la temporada. Y algo más: su fidelidad se traduce en más de 3,6 millones de espectadores únicos a lo largo del curso, consolidándose como uno de los pilares fundamentales del rendimiento de Antena 3, aportando más de dos puntos a su media.
La conexión con el público femenino ha sido especialmente destacada. Con una cuota del 12,8% en este segmento, el espacio ha captado con fuerza ese target, algo que también se refleja territorialmente. Comunidades como Canarias (14,4%), Castilla-La Mancha (12,9%), Aragón (12,7%) o la Comunidad Valenciana (12,4%) han ofrecido algunas de las mejores marcas del programa, reforzando la capilaridad de su éxito en distintos puntos del país.
Entre los hitos de audiencia que marcaron la temporada, destaca el seguimiento informativo de la DANA en Valencia. Fue el 29 de octubre cuando el programa alcanzó su máximo histórico: un 14% de cuota y 1.218.000 espectadores, convirtiéndose en la emisión más vista de la temporada. Ese mismo evento contribuyó a su mejor semana del curso, entre el 28 de octubre y el 3 de noviembre, en la que promedió un 12,1% y 1.047.000 espectadores. No se trató de una anomalía: fue un reflejo de cómo el programa supo responder informativamente cuando la actualidad lo exigió, sin perder su carácter cercano.
Porque “Y ahora Sonsoles” es, ante todo, un formato híbrido que navega con soltura entre el análisis, la entrevista, la crónica social y el entretenimiento. Ese equilibrio ha sido determinante para mantener el interés del público en un horario donde el zapping manda. A eso hay que sumar la figura de Sonsoles Ónega, cada vez más consolidada como una presentadora solvente, empática y con una capacidad natural para dar tono y ritmo al espacio, sin que este pierda su identidad coral.
En el plano informativo, el programa se ha hecho eco de momentos de impacto social y actualidad inmediata. Casos como el maltrato infantil en una guardería de Torrejón de Ardoz o la situación irregular en una residencia de mayores —ambos destapados por el propio programa— derivaron en investigaciones oficiales y cierres de los centros. Más allá de ser un espacio de tertulia, “Y ahora Sonsoles” ha mostrado músculo periodístico, actuando como canal de denuncia y visibilización. También ha acompañado al espectador en coberturas de mayor envergadura, como el gran apagón eléctrico o el histórico fallecimiento del Papa Francisco y la posterior proclamación del Papa León XIV.
La producción, a cargo de Atresmedia TV junto con Buendía Estudios, también ha demostrado tener la capacidad de llegar más allá de las fronteras españolas. Además de su emisión habitual en Antena 3, “Y ahora Sonsoles” también está disponible en Antena 3 Internacional y en la plataforma internacional de atresplayer, lo que le da proyección global y la posibilidad de conectar con audiencias hispanohablantes en otros países. Esa vocación internacional, sumada a su sólido rendimiento nacional, refuerza la idea de que el programa ha sabido encontrar un lenguaje propio y sostenido en el tiempo.
El formato ha demostrado que no se trata solo de mantenerse a flote, sino de hacerlo con solidez, criterio y una narrativa que conecta. En un entorno donde la volatilidad de la audiencia es la norma, “Y ahora Sonsoles” ha sido capaz de construir un hábito. Y eso, en televisión diaria, es mucho más que un logro: es una rareza que solo ocurre cuando hay sintonía verdadera con el público.
La fórmula que refuerza el equipo cada curso
Cada temporada, “Y ahora Sonsoles” suma rostros nuevos al plantel de colaboradores, sin romper la coherencia del formato. A las voces habituales se unieron este año figuras como María del Monte, Ana Obregón, Carmen Lomana o Iñako Díaz Guerra, ampliando el espectro temático sin perder cohesión. Este equilibrio entre continuidad y renovación ha sido clave para mantener la frescura del programa y su capacidad de adaptación al pulso social de cada tarde.
✕
Accede a tu cuenta para comentar

Las titulaciones de los políticos