Estafas

Al descubierto los elementos claves para captar a las víctimas de las estafas telefónicas

'Salvados' entrevistó a dos exestafadores, que destaparon las tácticas utilizadas para convencer a las víctimas de estos fraudes

Cómo saber quién llama desde un número de teléfono desconocido y si es spam.
Cómo saber quién llama desde un número de teléfono desconocido y si es spam.Alfredo Biurrun / ChatGPT.

'Salvados' emitió este domingo una nueva entrega y se centró en las estafas telefónicas, entrevistando a víctimas que han sufrido este tipo de fraude, pero también dio voz a dos exestafadores que explicaron a Gonzo como se operan en este tipo de engaño y cuáles son las tácticas esenciales que hay que seguir para poder captar nuevas víctimas.

Los elementos más efectivos que utilizan los estafadores para atraer a sus víctimas en llamadas telefónicas

Ambos exestafadores eran trabajadores de call centers dedicados a engañar a víctimas con falsas inversiones económicas, formando parte de los llamados chiringuitos financieros. Los estafadores telefónicos utilizan un conjunto de tácticas psicológicas muy precisas para manipular a sus víctimas y mantenerlas bajo su control. En declaraciones emitidas en el programa, uno de los implicados, con la voz distorsionada y el rostro oculto, reconoció abiertamente cuál es el eje central del engaño: “Es un juego de codicia, de avaricia, por parte del cliente y de los que llaman. Mientras estimules la avaricia del cliente, él sigue confiando en ti”, confesó. Según explicó, todo comienza apelando al deseo de obtener beneficios rápidos, una trampa que despierta la confianza inicial del interlocutor. Cuando la víctima empieza a sospechar tras las primeras pérdidas, los estafadores redoblan la presión con un discurso calculado: “Si quieres recuperar el dinero, invierte más y recuperas antes”, reveló uno de ellos. En ese punto, el contacto diario se convierte en una herramienta de manipulación emocional. “Hay que conocer al cliente para saber sus miedos, por eso hay que llamar cada día”, añadió, reconociendo que este seguimiento constante sirve para identificar vulnerabilidades y mantener el control psicológico.

Los implicados aseguraron que podían llegar a llamar a más de 50 personas al día, en una práctica que calificaron como un acoso premeditado. Las llamadas se realizan incluso a horas intempestivas, aprovechando el factor sorpresa y la fatiga del interlocutor. Además, emplean el miedo como arma, advirtiendo repetidamente que la víctima “lo perderá todo si no sigue invirtiendo”. También admitieron trabajar con un “guion” de instrucciones, en el que se recomienda “no dar indicaciones concretas, sino inducir mediante preguntas trampa”, con el fin de que la víctima crea que las decisiones son propias. Finalmente, uno de ellos reconoció haber abandonado esa actividad “para vivir tranquilo”, tras presenciar episodios violentos dentro del propio grupo de estafadores y optar por colaborar con la policía.