Lunes y 6
La extraordinaria razón por la que Josema Yuste estuvo muy pendiente del móvil en 'El Hormiguero'
El actor y cómico pasó por el programa de Pablo Motos para promocionar su nueva obra de teatro: 'Que Dios nos pille confesados'
'El Hormiguero' comenzó la semana con la visita del actor y humorista Josema Yuste, tal y como no estaba previsto, ya que la invitada original Laura Pausini casó baja por enfermedad (estará el 20 de enero en el programa). El que fuera componente de 'Martes y 13' acudió a chez Pablo Motos para hablar de sus nuevos proyectos profesionales y sacarle una sonrisa a la audiencia.
El intérprete está a punto de ser abuelo por primera vez: "Estoy un poco nervioso pero inmensamente feliz. Aquí tengo el móvil en silencio por si acaso", comentó este.
'Que Dios nos pille confesados' es la nueva obra de teatro de Josema Yuste, que se estrenó hace una semana en el Muñoz Seca: "Es la comedia más divertida que yo he hecho. Es una comedia loca, de humor absurdo pero con sentido común: la historia de una marquesa venida a menos que tiene un cuadro de El Greco, y un cura que quiere robar la obra de arte", aseguró.
"Hemos conseguido llenar todos los días a pesar de no hacer publicidad", comento el humorista con alegre estupefacción.
El ex de 'Martes y 13', que hace el papel de cura, compró la camisa que lleva en la obra junto a un alzacuellos "en una tienda de objetos religioso: cuando fui a comprarla había una monja muy recatada que se pensaba que me había ordenado sacerdote, pero le expliqué que no y le cayó simpático". "Lo malo de la camisa es que no transpira nada, es como mármol", aseveró.
Para hacer de cura "me he inspirado en un cura auténtico: el padre Albendea. El párroco que teníamos en La Milagrosa, enfrente de casa de mis padres. Es un curilla como sibilino y cercano, tiene que engatusar a la marquesa porque en realidad es un ladrón". Respecto al cuadro, Yuste comentó con gracia que "lo ha pintado un cuñado mío".
Y hablando de hurtos, al cómico le robaron su coche tras una cena en un restaurante: "Se lo di al aparcacoches y qué casualidad que desaparecieron hasta nueve coches. Yo creo que el aparcacoches estaba compinchado con el ladrón. Desde es día le pongo la pitón al coche: aunque vaya a comprar el pan".
"El teatro es magia, es directo y nunca haces la misma actuación. En un bolo en Murcia nos entró la risa tonta y entramos en bucle. Al final de la obra les pedí mil perdones", contó el actor, que también sufrió una lipotimia en las tablas: "Yo hacia dos personajes, y cuando me estaba cambiando caí. Hacía un calor acojonante y no puede hacer la segunda parte de la función: tenía una bajada de azúcar impresionante. Eso significa que para mí el público es parte de mi vida: mi mejor premio es el cariño de la gente".
"Hacer reír no es fácil, y hacer reír a la gente es hacerles felices", expresó el actor en relación a que no haya premios Goyas para el humor.
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