Salud
Jóvenes españoles alertan del peligro del cannabis: "Si pudiera volver atrás, no fumaría"
En 'Espejo Público' alertan que cada vez más jóvenes en España comienzan a consumir cannabis a edades tempranas sin percibir su riesgo

Cada vez más jóvenes en España comienzan a consumir cannabis a edades tempranas sin percibir su riesgo. En un centro de desintoxicación en Huelva, varios jóvenes relatan los devastadores efectos de esta droga, cuyo poder psicoactivo se ha multiplicado en los últimos años. El consumo de cannabis entre los jóvenes españoles preocupa cada vez más a los expertos y a los propios afectados. La baja percepción de riesgo y el aumento de la potencia de la sustancia (multiplicada por siete en la última década) están provocando efectos devastadores, especialmente entre los adolescentes, cuyo cerebro aún está en desarrollo. En un centro de desintoxicación en Huelva, 'Espejo Público' ha recogido los testimonios de varios jóvenes en tratamiento por adicción al cannabis. Todos coinciden en una reflexión: si pudieran volver atrás, rechazarían el primer porro.
Historias de adicción al cannabis a una edad temprana
Dani, de 21 años, comenzó a fumar cannabis con tan solo 12. Leo, de 27, inició el consumo a los 16, y Marian, de 29, se introdujo en el mundo de las drogas a los 24. Marcos, de 22, lleva dos años en terapia diaria tras una etapa marcada por el aislamiento y la psicosis. "El cannabis me hizo mucho daño. Tuve mis primeros brotes psicóticos con esta sustancia", relata Marcos. "Llegó un momento en el que me encerraba en casa, consumía y mi cabeza era un tormento constante", añade. Los especialistas advierten que muchas familias minimizan el peligro, creyendo que se trata de una simple "etapa de experimentación". Sin embargo, los efectos del consumo continuado pueden ser graves y duraderos, afectando al rendimiento escolar, la salud mental y la estabilidad emocional. El caso de Aitor, de 22 años, refleja la escalada que muchos jóvenes viven tras iniciarse con el cannabis. Comenzó a consumir con 11 años, y al poco tiempo probó la cocaína. "Empecé a fumar por querer encajar en mi grupo. Ellos eran mayores que yo y quería sentirme aceptado", cuenta. Durante más de seis años fue adicto al cannabis, llegando a consumir hasta diez gramos diarios. La facilidad para conseguirlo, incluso a través de redes sociales, favorece la expansión del consumo entre adolescentes. "Con un móvil tienes acceso a todo tipo de drogas. Ese es el verdadero peligro", señala. El joven sufrió una sobredosis que lo llevó a la UCI. Hoy, tras año y medio de tratamiento, lucha por reconstruir su vida: "He hecho cosas que jamás habría hecho si no estuviera drogado. Cuando te quitas, vuelves a sentir y a ser persona", espetó en declaraciones al magacín de actualidad de las mañanas de Antena 3.

Un problema social con nuevas vías de acceso
Los expertos alertan de que las mafias han incrementado la potencia del cannabis, lo que multiplica los riesgos psicológicos y neurológicos. Además, la venta digital a través de redes sociales está normalizando el acceso de menores a sustancias ilegales. El consumo precoz se asocia a trastornos de ansiedad, depresión y psicosis, además de un mayor riesgo de desarrollar adicciones a otras drogas. La clave, insisten los especialistas, está en la prevención familiar y educativa.