No todas las noticias alrededor del regreso televisivo de “Harry Potter” son entusiastas. A las primeras confirmaciones de casting de la ambiciosa serie de HBO Max le ha seguido una sacudida pública por parte de Nicola Coughlan, una de las actrices británicas del momento gracias a su papel protagonista en “Los Bridgerton”. La intérprete ha sido clara: no tiene ningún interés en participar ni en apoyar la nueva adaptación de la saga, y sus razones tienen poco que ver con lo artístico.

El detonante ha sido la reciente sentencia del Tribunal Supremo del Reino Unido, que dictaminó por unanimidad que el término “mujer” debe entenderse exclusivamente en función del sexo biológico. La decisión ha sido ampliamente criticada por colectivos LGTBIQ+, especialmente por su impacto directo sobre los derechos legales y el reconocimiento social de las mujeres trans. Y entre las voces más celebratorias de esa resolución ha estado, una vez más, J.K. Rowling.

La autora de “Harry Potter” no tardó en reaccionar públicamente, con un mensaje breve pero provocador: “Me encanta cuando los planes salen bien”, escribió en X, acompañando la frase con una imagen suya fumando un puro. Más de 60 millones de visualizaciones después, el comentario se ha convertido en un nuevo epicentro del debate público en torno a sus posturas sobre el género, cada vez más alejadas de una parte importante de su antigua base de seguidores y del mundo artístico que una vez la acompañó.

Coughlan, que ha hecho bandera de su apoyo a los derechos trans en múltiples ocasiones, no tardó en reaccionar. A través de Instagram, compartió un artículo que recordaba la financiación directa que Rowlingha aportado a campañas anti-trans. Y fue aún más explícita al referirse a la serie de HBO: “Quedaos con la nueva 'Harry Potter'. No la tocaría ni con un palo de tres metros”. El golpe, directo y público, se convierte así en uno de los primeros rechazos sonoros de una figura popular hacia la producción.

Más allá de la frase lapidaria, Coughlan mostró también preocupación por el contexto político y legal que vive su país: “Estoy totalmente horrorizada. Que una comunidad que ya está marginalizada sea cada vez más atacada por la ley es asqueroso. Y que haya gente que lo celebre es aún más desagradable”. En lugar de alimentar la polémica, ha instado a sus seguidores a donar a la organización Not A Phase, dedicada a la protección de los derechos de las personas trans en Reino Unido.

La adaptación televisiva de “Harry Potter” aún se encuentra en una fase temprana de producción. El plan es ambicioso: siete temporadas, una por cada libro, con nuevo reparto y una producción de gran escala que se desarrollará a lo largo de una década. Pero la implicación directa de J.K. Rowling como productora ejecutiva está marcando de forma inevitable la conversación pública. Más allá del universo mágico, la batalla que rodea a esta serie parece estar librándose en un terreno cada vez más político y social.