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Declaraciones

Eduardo Casanova recuerda a Fidel en 'Aída': “Me he sentido muy orgulloso, creo que es todo un icono"

El actor, guionista y realizador madrileño fue uno de los protagonistas de 'Pasa sin llamar' de La 2 de RTVE

La serie 'Silencio', de Eduardo Casanova, se estrenará en el Festival de Locarno (Suiza) en el próximo mes de agosto EUROPAPRESS

'Pasa sin llamar' es una de las gratas sorpresas del ente público y eso que fue guardado en un baúl televisivo hasta la llegada del verano. En vez de pasar de tapadillo, las entrevistas realizadas en este magacín de La 2 generan titulares y esta semana Eduardo Casanova se ha sincerado sobre como llevo su sexualidad durante las grabaciones de 'Aída', en la que participaba interpretando al mítico Fidel Martínez. El madrileño de 34 años, reveló que fue toda una liberación para él poder hacer este papel con tan solo 14 años y que se siente muy orgulloso de su trabajo y lo que ha significado para la Comunidad LGTBI.

Un papel que va más allá de la pantalla

En 2005, la carrera de Eduardo Casanova dio un giro inesperado al encarnar a Fidel en la exitosa comedia 'Aída'. Con apenas quince años, su personaje se convirtió en un referente para muchos espectadores, especialmente para aquellos que buscaban verse representados en televisión. “Yo no fui consciente de lo mucho que representó ese personaje para el colectivo LGTBI y para otros niños que se pudieran sentir identificados”, confesó Casanova al recordar aquella etapa. Con el paso del tiempo ha entendido el valor de aquel trabajo, reconociendo que su aportación tuvo un impacto social mucho más amplio de lo que imaginaba en un principio. Fidel, que en el guion original no estaba escrito con un carácter tan marcado, terminó siendo un personaje pionero gracias a la manera en que el actor lo interpretó, logrando transmitir autenticidad en un momento en que la diversidad apenas encontraba espacios visibles dentro de la televisión española.

El propio Casanova explicó cómo construyó los matices de Fidel, aportando gestos y expresividad que no figuraban en los textos originales. “Él no era así, yo le ponía más pluma. Fue un sitio en el que se me permitió hacer el maricón más maricón. Para mí fue una liberación”, señaló, subrayando la libertad creativa con la que trabajó pese a que en ocasiones el equipo le pidiera moderar sus gestos. Esa experiencia le permitió mostrarse con naturalidad y conectar con un público que encontró en Fidel una figura de identificación y valentía. Con el paso de los años, su percepción ha cambiado y valora mucho más lo que supuso. “Cuando he crecido, me he sentido muy orgulloso de haberlo interpretado. Creo que Fidel es todo un icono”, afirmó con emoción. Para Casanova, ese papel no solo marcó su carrera, sino que también consolidó a 'Aída' como una serie innovadora y con un enorme valor social.