Entrevista

Megan Montaner: «Me veo siempre con mi chico y me mete una caña... Él y mi madre»

Protagoniza la serie de atresplayer «Entre Tierras» junto a Unax Ugalde ambientada en la España de la década de los años 60

Entre tierras, Megan Montaner
Entre tierras, Megan Montaner Atresmedia

Es joven pero está curtida en la batalla de los rodajes, y estrenos. También en las noches en vela de la maternidad y en las gimkanas de conciliar. El gran desafío. Megan Montaner se adentra en un delicioso personaje de la España de la década de los 60, a través de María, en «Entre Tierras», la serie que emite atresplayer, la plataforma de pago, producida por Atresmedia TV en colaboración con Boomerang TV, y que protagoniza con Unax Ugalde. Un rodaje al que se enfrentó en pleno embarazo. «Terminé de ocho meses y medio. Fuimos todos valientes para asumir el reto, pero gracias a Dios fue todo bien y a favor de causa en todos los sentidos: de que descansara, que estuviera cómoda... Se hizo todo con mimo y cuidadito», afirma.

Se enfrenta a María, un personaje de época, de la España de los años 60 y con su dureza.

Le toca vivir una época dura y unas circunstancias complicadas. Ella pertenece a una clase social baja y se responsabiliza de su madre y de sus hermanos, como la mayor que es. Es una buscavidas que lo mismo se gana el dinero poniendo los rulos a quien sea o yéndose a las salinas. En un momento dado, cuando la situación es insostenible, llega la proposición de matrimonio de conveniencia con su hermana. Y se niega. Se planta y dice que es ella la que va por delante de todo. Mi personaje había perdido a su amor y piensa que prefiere pasarlo ella a que sea su hermana pequeña. Es cuando se encuentra con un matrimonio por poderes y que no es con él sino con su sobrino. En su nuevo hogar tendrá que enfrentarse a situaciones complejas con un señor que en cuanto la ve se gira y no quiere saber nada de ella.

A estas alturas, ¿qué da el tiempo, sufre más o menos a la hora de preparar un personaje?

Eso de sentir seguridad en cuanto a disfrutarlo, no. Siempre tengo los mismos nervios e incluso diría que hasta más, porque la exigencia siento que es más grande. Trato de no sentirme cómoda en los personajes, porque si un día lo hago puede que estés tirando de los recursos y ya no hay crecimiento ni exploración. Lo paso mal en cada personaje, pero en su justa medida, no me lo llevo a lo personal, logro disociar.

¿Quién o qué le da seguridad?

Los directores para cualquier duda. A veces tú estás sintiendo unas cosas, pero lo que está saliendo por pantalla no tiene nada que ver.

¿Le pone nerviosa verse?

Mucho. Me veo siempre con mi chico y me mete una caña... Es mi juez.

Vamos que casi está más pendiente de él que de lo que estás viendo...

Total... Cuando de pronto me estoy emocionando lo miro a él como... ¿tú también no? Es el que de verdad me dice si las cosas funcionan o no. Él y mi madre.

Entonces eso de que los padres dulcifican...

Nada son los que te dicen las verdades y así deben ser. Sin filtro. Es la manera de no relajarse.

Qué le sigue pareciendo el mayor desafío a la hora de interpretar un personaje.

Todos los personajes lo son, porque todos son nuevos y hay que demostrar, hay que emocionar al espectador y ese siempre es el desafío.

¿Hay mucha diferencia entre lo que graba y ve?

Sí, mucha. Vas por fases. Grabas una secuencia del capítulo 1 y vas al 8. Cuando estoy grabando no soy objetiva y de hecho hay veces que digo si es que no sé ni lo que estoy haciendo. Llevo siempre la libreta con las escenas de dónde vengo y adónde voy para llevar ese recorrido emocional, porque si no es imposible. Pero una vez que está hecho a mí me gusta verlo todo. No me des un capítulo, todos, como haga un parón, me cuesta mucho ver al personaje, veo a Megan y estoy juzgándola y metiendo cera.

Es entonces de la liga de su madre y de su chico.

Claro, por eso lo permito, porque soy de ese equipo.

¿Cómo gestiona los éxitos y los fracasos?

Como se puede. No me vuelvo muy loca con los estrenos. Para empezar no estoy tan pendiente de lo que sucede en el exterior. No me meto en las redes sociales porque sí que te toca emocionalmente y es mejor separarte. Si funciona será maravilloso y si no, no pasa nada. Yo estoy orgullosa de todo lo que he hecho y de lo que hemos llevado a cabo. Si luego resulta que no cala somos muchas personas con gustos diferentes como para que a todos nos guste lo mismo.